Leídos estos ocho números y coincido en que la serie sube bastante respecto a los anteriores. Para mí hay cuatro cosas que, como lector virgen, merecen destacarse:
-Aparición y muerte de Simon Williams. Me parece un punto muy alto, de inflexión, en el grupo. Sabía que había palmado ya, pero otra cosa es leerlo, en este caso en una aventura emocionante con final dramático. Aunque sabes que vuelve, impacta que muera ya, nada más aparecer, y sobre todo de esa manera, en pleno proceso de redención superheroica.
-La casi muerte de la Avispa. Sinceramente todo lo que rodea al Dr. Svenson me parece ridículo y poco creíble que solo haya un médico capaz de curar lo que no viene a ser una lesión pulmonar por impacto de bala. Pero la sensación de tensión que transmite sin embargo es muy creíble. Me encanta esa aventura contrarreloj.
-Muerte de Zemo. No esperaba que ocurriese tan pronto. Es un villano ultrafamoso que tiene un final bastante temprano.
-El nuevo grupo. Francamente me parece un poco desconsiderado admitir miembros nuevos cuando dos de cinco Vengadores no están presentes, pero hay que admitir que este momento fundacional con personajes tan míticos es realmente emocionante. Además, esto, junto a la redención de Simon Williams, contribuye a definir perfectamente una de las principales características del grupo, cual es su apertura a antiguos villanos. Esto mola. Además, desde la distancia, la Bruja y Visión siempre fueron mis vengadores favoritos, aunque para Visión y su famosa portada roja aún queda.
Otras cosas que comentar, más en el lado negativo: Stan Lee y/o Don Heck parecen bastante faltos de imaginación repitiendo demasiados argumentos. En solo ocho números vemos repetida la idea de alguien que viaja por el tiempo. Immortus recuerda inevitablemente a Kang, pese a que son diferentes. Lo mismo puede decirse de la trama de los «falsos héroes». En números seguidos vemos primero a un falso Spider-Man y a unos falsos vengadores, en este último caso obra de Nefaria. Demasiado repetitivo.
Nefaria, un villano coñazo de La Patrulla que no me funciona nada excepto como cliché ridículo. Está bien ver sus igualmente ridículos orígenes
-Las escenas de lucha son demasiado alambicadas. Llegan al punto de queThor envíe a los villanos a otra dimensión, atarles, y luego volver... joder, es que vamos
-El tema machismo con la Avispa que comenta Omni: «bueno, total, si tenemos a la Avispa como vengadora de segunda fila, por qué no al palizas de Rick Jones?» Tremebundo.
-Rick Jones sigue siendo embarazoso e incómodo. Su intento de votar decisiones de Los Vengadores como si alguien le hubiera dado vela en el entierro, y que el Capitán América tenga que llamarle al orden, de nuevo producen un rubor inquietante y en definitiva, mucha vergüenza ajena. Es un personaje realmente incómodo de ver, él y su brigada de frikis.