Leyendo por oncea... undécima vez "
Tres septiembres y un enero" y disfrutando igual que con la primera.
Cómo recuperar en 24 páginas o en 4 meses la esperanza en el ser humano.
Primer septiembre: Del suicidio a ser emperador hay un paso.
Joshua Norton: No tengo nada.
Morfeo: Te daré un sueño.
Segundo septiembre: Vencer al delirio
Delirio: No es mío, ¿verdad? Su locura lo mantiene cuerdo
Morfeo: ¿Y crees que es el único, hermana?
Tercer septiembre: Vencer al deseo
Rey Dolor: Mírala, ¿a que es guapa? Podría ser tuya Joshua. Sólo tienes que desearla.
Joshua Norton: Este es mi país, aqui me tratan bien. No deseo nada más.
Rey Dolor: ¡Podrías ser emperador de verdad! ¡Tener lo que quieras!
Joshua Norton: Estabas conmigo cuando me detuvieron por estar loco, Ah How. ¿Recuerdas que le dijo el juez al policía?
Ah How: Soy su chambelán, alteza. No olvido nada. Dijo: "El Sr. Norton no ha derramado sangre, ni robado a nadie, ni saqueado ningun pais. Eso es más de lo que peude decirse de la mayoría de los reyes".
Joshua Norton: Soy el Emperador de Estados Unidos. Estoy contento de ser lo que soy. ¿Qué más podría desear un hombre?
Un enero: Vencer la desesperación ( y Desespero aprende una lección).
Desespero: Esperaba que volvieses conmigo Joshua, pero no. Eres un pobre loco, un chalado que muere en el arroyo, bajo la lluvia... Pero nunca desesperaste.
Lo de la estatuilla, la aleccionadora enseñanza y la posibilidad de un atisbo de agradecimiento por parte de Desespero es un puntazo. "¿Qué lección?" Menos mal que Sueño ya se ha ido. Si no, se traga el anillo por impertinente
Y al final, pues Muerte:
Joshua Norton: Debo confesar que siempre me he preguntado que hay después de la muerte, querida.
Muerte: Sí, todo el mundo se lo pregunta. Y antes o después, todo el mundo lo averigua.