Pues he leído el
Oráculo: Año Uno, de la mano de Ostrander y Yale (con dibujazo de Stelfreeze y Story y un color inmejorable de Chiarello).
Qué lástima haberlo tenido que leer online, porque esto merece mucho la pena tenerlo en físico, y en su correspondiente hueco al principio del tomo 6 del Escuadrón, o mejor todavía, al final del tomo 5. Si soy objetivo, la recopilación del Escuadrón Suicida no necesita este número, pero teniendo en cuenta el papel crucial de Oráculo como miembro del equipo, si yo hubiera sido el editor de estos tomos, lo habría incluido con los ojos cerrados, porque me parece fundamental en la historia de la Bárbara Gordon del Escuadrón Suicida.
Pero es que, más allá de su importancia en sí, es un cómic de una calidad innegable, un ejercicio perfecto de origen, que nos muestra la realidad de Barbara Gordon tras
La Broma Asesina, totalmente realista, con críticas más que merecidas a la actuación de Batman en aquel mítico final y con una mujer que está en el peor momento de su vida, totalmente indefensa ante un mundo nuevo, a la merced de cualquiera que desee atarcarla, para volver a aquel fatídico momento con el Joker. Pero Ostrander y Yale no están aquí para escribir a un personaje autocomplaciente que se regodea en su propia lástima; todo lo contrario. Como ya nos mostraron en las páginas del Escuadrón Suicida, Oráculo es una mujer poderosa, fuerte, decidida y totalmente independiente, y este Año Uno es el camino desde el abismo en el que la sumió el Joker hasta el personaje inmejorable que controla el mundo desde detrás de las pantallas de su ordenador. La diferencia entre el comienzo y el cierre, es el resultado de todo lo expuesto en el nudo; de la desesperación a la esperanza. Puede que Batgirl dejara de existir con aquella bala, pero nació algo seguramente superior; Oráculo.
Un argumento sencillo, y con recursos ya vistos, pero con unos diálogos y reflexiones clave, y una ejecución inmejorable. ¿Quieres saber qué significa ser Oráculo?, pues lee esto. ¿Quieres ver cómo se deben desarrollar los personajes? Pues lee esto, pero también lee el Escuadrón Suicida.
Esto es cómo se debería acometer siempre la redefinición de un personaje.
El dibujo... inmejorable, me ha embelasado desde la primera página, este estilo de dibujo combinado con colores planos, es de mis favoritos. Recuerda por ejemplo a
Terminal City, con ese toque más modernista, con mucha sombra negra. El parecido a la obra, también tiene algo de objetivo, ya que el colorista, Mark Chiarello, era el magnifico portadista de muchos de los números de aquella fantástica serie.
Muy contento de poder haber leído este número, sobre todo en medio de la etapa del Escuadrón y tras la Broma Asesina. Me repito mucho, pero me duele que no se haya incluido en los tomos del Escuadrón, cuando de hecho, en la contraportada del sexto dice que está incluido. Ellos lo sabían. Y sin querer crear un precedente, porque odio este tipo de prácticas, si ECC me saca este número en una grapa en cartoné, se lo compro el primer día que salga para ponerlo entre mis tomos.
Se podría hacer un extensísimo análisis de este número, del trasfondo psicológico, de como Yale y Ostrander estaban enfadados con cómo habían tratado a Barbara y cómo expusieron todos los fallos de una manera muy elegante, pero que parece casi como si hablaran con los editores y escritores detrás de todo ello. Demostraron que los personajes podían realmente evolucionar, y dieron una lección magistral de cómo se debe escribir a las mujeres en los cómics.