Me encanta el concepto de "minorías" en una sociedad globalizada y con internet, según me comentan, hasta en Andalucía (de Weirdworld, aka. Murcia hablamos otro día) y en pleno auge de las ventas digitales around the world. Ventas digitales en las que Ms. Marvel fue top 1 mundial unas cuantas veces (según Marvel, todo hay que decirlo, pero sostenerla 19 numeros, relanzarla y hacerla vengadora no será por perder dinero).
Que igual soy yo el gilipollas, pero entiendo que si vende en todo el mundo, lo que en un sitio son minorías, en otro son mayoría (entiendo que la cuestión de la opción sexual no, pero es algo casi totalmente integrado en nuestra sociedad y sólo un puñado de capullos verían la creación de superhéroes homosexuales o transexuales como algo malo). ¿Qué menos que una compañía que triunfa mundialmente refleje esa diversidad mundial, máxime si ya viven en un país sustancialmente diverso? Alguno lo percibirá como imposición editorial, y a menudo lo será, pero porque creen realmente que existe un nicho defendible en esos conceptos (si se tratan con buen gusto, que no veáis la locaza que introdujo Lobdell en Teen Titans cuando los New 52 fueron acusados de "conservadores" en ese aspecto).
Bueno, evidentemente en algunos de mis ejemplos no se trata de minorías (las mujeres), o de mayorías muy numerosas (negros, hispanos, gays, musulmanes). Pero independientemente de eso, los cómics los compran todos. Son las mayorías las que mandan. Quiero decir, normalmente a la "comunidad hetero" no le disgusta leer un cómic de un personaje gay precisamente por la tolerancia a esta opción sexual, así que creo que son dos cosas completamente independientes las ventas y la minoría en la que se centre el cómic (que no es identificable con el público al que vaya dirigido).
Mientras me lo justifiquen bien argumentalmente, por mí que hagan vengador a un zombie hindú drogadicto con sida y zoofilia galopante.
Esto resume muy bien lo que yo pienso, que es una obviedad, pero a veces se olvida por ser tan obvio precisamente.