Cómic para nostálgicos que produce un efecto similar a comerte un polvorón en primavera: si hace calor, se te hace bola. Tu boca sabe que va fuera de fecha.
Es lo que tiene jugar a las casitas de tiempos pasados.
Gustará:
-A los amantes de la silver y la golden y cuando los buenos eran buenos, los malos, malos, etc, etc.
-A los que hayan disfrutado de productos similares como X-Men Forever, Las historias jamás contadas de Spiderman, etc.
-A los muy cafeteros de la Patru.
-A los muy cafeteros de Byrne (dentro de Byrne, lo que es Byrne como autor, es tabla media).
-A los lectores que mojan la cama con las cronologías, la continuidad y el que la viñeta del #24 USA case con la subtrama del #457.
Es un tebeo sin chispa ni mucha capacidad de sorpresa porque se dedica a rellenar huecos, a completar, y claro, la capacidad de maniobra es limitada. A mayores, es un cómic entretenido si cumples alguno de los aspectos destacados (yo cumplo 2), pero no es para todos los lectores.
En la época que salió, como tantos otros productos, para muchos lectores fue maná caído del cielo.
Para mí, bastante por debajo de Las historias jamás contadas, que me parece más fresco y resuelto.
6/10.