He leído Escuadrón Suicida Vol. 1: Prueba de fuego.
ECC Ediciones recupera una de las series que Planeta prometió recuperar, pero que no llegó a hacerlo, digamos que porque no tuvo el tiempo necesario para ello. Estamos ante uno de los trabajos más recordados del guionista John Ostrander, que narra las peripecias de un grupo de operaciones encubiertas del gobierno, escogido por Amanda Waller, en el que figuran algunos villanos del Universo DC, que esperan conmutar su pena prestando servicios en misiones de alto secreto. En el apartado gráfico contamos con Luke McDonnell, un dibujante solvente narrativamente, pero de un trazo muy irregular, y en ocasiones incluso un tanto hosco. A pesar de que su estilo encaja bien en el tono que pretende imprimir, no deja de de ser un artista de perfil bajo para unos guiones más interesantes que el aporte gráfico. La verdad es que es una auténtica lástima, porque si bien es cierto que es una lectura muy recomendable e interesante, a pesar de McDonnell, y por culpa de él, en su conjunto difícilmente se puede valorar con cierta justicia. No obstante, aunque el dibujo pueda transmitir cierto rechazo, creo que merece una oportunidad, seguramente al final no sea causa de arrepentimiento.
En temas de edición, debo admitir que el formato me gusta. En la era del tochal, ver tomos de algo más de 200 páginas que ofrezcan una lectura manejable es de agradecer. Aunque el precio es un poco caro, creo que no lo es tanto si lo comparamos con publicaciones de Planeta como Paletos Cabrones o Las Crónicas de Conan, incluso con algunos tomos de Panini en su línea Marvel Gold de tapa blanda. Lo ideal sería unos 18 euros o así, incluso 20, en lugar de los 23, pero dentro de lo que cabe, creo que está dentro de los precios que tienen los cómics actualmente; es decir, caros, para qué engañarnos. De todas formas, creo que es una buena edición, se echa en falta algún prólogo o artículo, una de las asignaturas pendientes de ECC, pero por lo demás, todos aquellos que estaban esperando la reedición de esta serie, creo que no tienen una excusa de peso para al menos probar con el primer tomo.
Este volumen incluye los 8 primeros números de la cabecera regular, además de un especial de Secret Origins que nos narra, nunca mejor dicho, el origen del concepto, trasladándonos a la Segunda Guerra Mundial. Una de las principales características del Escuadrón Supremo y del tratamiento que plantea Ostrander es que esto no es un típico grupo de héroes y villanos, sino más bien es un cuerpo paramilitar, incluyendo un importante componente bélico. Hay mallas, las tramas están imbricadas con el Universo DC de la época y su pasado, pero eso no es ni mucho menos el leit motiv del título, sino que más bien son una especie de comando especial que se verá involucrado en una serie de conspiraciones, temas políticos, raciales donde se añadirán mucho matices. La muerte es otro elemento más de la serie, pero no como una puerta giratoria, sino como algo real. Los superpoderes son algo tangencial, un componente más de la historia, pero no es algo definitorio, ni siquiera de la mayoría de integrantes del Escuadrón Suicida, por lo que en cualquier momento una bala puede sesgar la vida de cualquier personaje. Esto añade la sensación de que cualquier cosa puede suceder, a pesar de que estamos hablando de una serie de mediados de los ochenta.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la inestabilidad de los integrantes del Escuadrón Suicida. Aunque ya de entrada se nos presentan como personas prescindibles por el bien de la misión, nadie espera que vayan rotando algunos de sus miembros. Partiendo de una base más o menos estable, veremos como dependiendo de las necesidades de cada misión, Ostrander integra a uno o varios villanos. Resulta curioso ver al Pingüino, por ejemplo, que representa un papel bastante diferente al de la época, dejando al lado su faceta más risible. Otro aspecto interesante es que el grupo es más falible de lo habitual, finalizando sus misiones con una sensación de proyecto malogrado o inacabado. De hecho, su debut contra un grupo terrorista autodenominado la Yihad, al que asaltan en su propia base con la intención de eliminarlos a todos, es en parte fallido. Y su viaje tras los muros del Telón de Acero en plena Guerra Fría tampoco se puede decir que sea un éxito. Por lo tanto, Ostrander añade cierta pátina de originalidad a una serie que parte de un concepto que podría parecer previsible ne muchos aspectos, pero que poco a poco se va demostrando que no es así en absoluto.
Bajo mi punto de vista, los dos mejores aspectos de este primer bloque de la colección recae en el tratamiento y desarrollo de los personajes, así como en la elección de los temas y la forma de abordarlos. Ostrander construye una interesante historia alrededor de los protagonistas, lo que consigue que en poco tiempo, el lector pueda estar plenamente familiarizado con la mayoría de ellos. La historia trágica de Amanda Waller y la del coronel Flag son algunos de los ejemplos más claros. Sin embrago, Ostrander no se detendrá en los principales protagonistas, sino que ira ampliando detalles de los diferentes integrantes, consiguiendo un tono coral propio de una colección de estas características. Por otra parte, tenemos una serie de temas con un marcado tono adulto. Partiendo de un tema político y gubernamental, con la presencia de personalidades como Ronald Reagan o Gorbachov, pasando por temas sociales como el aumento de la delincuencia en determinados suburbios, el racismo o la Guerra Fría serán algunos los temas en los que Ostrander pondrá su mirada, utilizando en todo momento como herramienta el Universo DC. El guionista consigue combinar muy bien la ficción con la realidad, ofreciendo con cierta credibilidad la convivencia de la magia y los superpoderes con otros aspectos más terrenales como las conspiraciones políticas, el terrorismo o la delincuencia. Con un grupo donde prima la desconfianza, la desestabilidad emocional o incluso la psicológica, nace un arma perfecta para ejecutar misiones de alto secreto, donde la vida no importa demasiado, solo los resultados. Aquí nace el Escuadrón Suicida y esta es su prueba de fuego, la cual ha superado con creces.