Bueno, pues aquí estamos una entrega más
A ver, yo diría que estos números siguen siendo muy montoneros, pero sí que se nota una mejora con la llegada de Thomas. Quizá no una mejora muy evidente, pero sí que hay un poquito más de emoción y de tensión en algunas tramas.
-En el enfrentamiento contra Ixar me resulta bastante emocionante, el problema está en que el planteamiento es muy poco creíble. Eso de librar una batalla cósmica de la hostia, en la que el planeta Tierra no significa nada, pero que a la vez necesite de los poderes de Los Vengadores para ganar la guerra me choca mucho. Al fin y al cabo, Ixar parece tener un montón de recursos y de poderes por sí mismo, por lo que añadir supervelocidad, hechizos o algo de superfuerza o puntería puede doparlo un poco, pero dadas las dimensiones del conflicto, no creo que sea un elemento tan, tan, desequilibrante a su favor.
-Curiosamente vemos a una Ultrona por aquí, pero no, todavía, a un Ultrón
-Y con esto asistimos al ingreso de Hércules en las filas vengadoras. Para mí se trata del elemento realmente interesante de estos cinco números, y donde se concentra toda la chicha de esta mini etapa de Thomas-Heck. Hércules es un poco como Cocodrilo Dundee: un mozalbete apuesto y que ve en los terrícolas una serie de curiosos especímenes de costumbres que no puede comprender, pero sin que esto le impida integrarse desde el minuto uno. En seguida toma partido leal por Los Vengadores y acaba resultando uno de los integrantes más poderosos del equipo. Primero se enfrenta al Pensador Loco y luego al propio Namor, en un auténtico duelo de Titanes. Con todo y con eso: a) La trama de La Encantadora casi autoplagia a episodios anteriores: recluta a un nuevo personaje, lo embauca como ya hizo con Thor y les hace pensar que Los Vengadores son sus enemigos. Al final se echa para atrás porque está enamorada de Hércules, de la misma forma que antes estaba enamorada de Thor... es decir, es muy, muy, repetitivo esto ¿eh? Pese a todo la Encantadora mola, pero es que son historias contadas por el mismo patrón; b) el enfrentamiento con El Pensador Loco también tiene una estructura muy similar a otras historias de Los Vengadores ya leídas: en este caso, vemos cómo los héroes van cayendo uno a uno y al final es un único Vengador el que consigue marcar la diferencia. La sensación de deja vu es clara.
Al hilo del Pensador Loco, hay un detalle de la historia que me llama la atención: cuando va a por Hércules, le hace frente con un ingenio que reconoce que tenía pensado para Mercurio. Sin embargo, El Pensador Loco tenía absolutamente planificado todo lo que iba a pasar con precisión milimétrica, por lo que me extraña que Mercurio hubiese caído en manos del Pensador Loco de una forma distinta a la que él mismo había planeado.
Y nos queda el enfrentamiento con Namor. Conste que a mí Namor siempre me ha parecido un absoluto coñazo cada vez que aparece. No es solo que me caiga mal por palizas y por arrogante, es que se repite mucho todo lo relacionado con él. Y hombre, aquí lo bueno es que se da de hostias con el mismo Hércules, por lo que la sensación del choque entre dos trenes compensa la aparición del atlante. Además, la trama del número 40 nos acerca al cubo cósmico, objeto protagonista en la propia cole del Capi, que se las estaba viendo con cráneo rojo. La vedad es que la aparición del cubo de sopetón, y la revelación de que el Capitán América se había convertido en villano, es muy del estilo de la Marvel actual, tan interconectada. Aquí no es ya que estemos con una sensación de universo compartido, es que directamente no te enteras de lo que pasa si no te lees la colección de El Capitán América. Por lo que he leído, la saga del cubo cósmico tendría lugar un poco después de esta primera aparición, pero no sé si ya estos números del Capi merecen la pena o si la historia del cubo en este momento merece la pena leerla.
Y en cuanto a los personajes, veo desaprovechados a la Bruja y a Mercurio. Me parece muy pillado por los pelos la manera que tienen de apartarlos siempre. De nuevo, está claro que todo obedece al propósito de reducir la plantilla a un número más manejable. También el Capitán América desaparece, lo que me resulta raro: es muy pronto todavía, estamos en 1967, y ya tenemos a un equipo de Vengadores sin Thor, Iron Man o el Capitán América, que se supone que son la trinidad vengadora. Natasha por su parte sigue un poco como el Guadiana, que aparece y desaparece, en esta ocasión para irse de misiones con SHIELD.
En resumen, creo que estos tebeos siguen siendo un poco densitos, un poquito repetitivos, pero aun así entretenidos. Lo que más me está gustando de momento es quizá las apariciones de nuevos Vengadores por primera vez. También está bien ver como Ojo de Halcón se va apaciguando ya un poquito.