Claro que el concepto de dibujante regular hoy día está muy devaluado. No dura ni uno.
Una vez hecho el nombre, se gana más dinero con las commisions y te ahorras el estrés de los plazos.
Eso y pirarse a otras editoriales para emprender proyectos personales.
Por un lado sabe mal cuando se piran los buenos, pero viendo lo bien que tratan las grandes editoriales a quienes les han hecho crecer, algo de eso se merecen.
Milgrom es como Belletti, jamás ganaría un Balón de Oro, pero hay una Champions en la vitrina gracias a él también