Me ha parecido bastante penoso que la edición de All-Star no dedique un solo artículo al cómic en sí. En su lugar, vamos a contar por enésima vez el origen editorial de Batman, en un tebeo que encima está fuera de continuidad y en el que no tiene peso su trayectoria, en lugar de contar cómo acaba el tebeo, por qué no sigue en un número #11 y qué significa ese CONTINUARÁ del final del tomo, que dejará al lector novato con el culo torcido sin saber a qué se refiere ("¿Es que va a haber un tercer tomo de All-Star?").
Otra muestra más de lo poco que cuidan las editoriales en general estos detalles, que son importantes para el lector, y para los que sí sirven de algo artículos que de otro modo se encargan de rellenar y vomitar lo de siempre. Ya lo dije precisamente, de nuevo con Miller, en el tomo de Daredevil de Panini, respecto a lo de Punisher.
Ya avisé no obstante en su día que All-Star no era un buen cómic con el que abrir la colección, pero... no hubo manera de cambiarlo.