He leído Japan.
Se trata de un tomo único publicado recientemente por Panini, que recupera la esta obra escrita por Buronson, famoso por sus guiones para El Puño de la Estrella del Norte, y Kentaro Miura, el autor de Berserk, en uno de sus trabajos precios a la que podríamos considerar su obra magna. La historia tiene un poco de todo, aunque cabría destacar cierto mensaje nacionalista, centrado en el orgullo de ser japonés, aunque acaba derivando hacia un mensaje más plural, en la búsqueda de un mundo libre sin diferencias raciales ni sistemas de castas, una auténtica utopía de la libertad. No está nada mal este manga, al menos a mí me ha parecido una lectura interesante y bastante entretenida, pese a que quizá no es una obra muy recomendable para el público generalista. No obstante, también es cierto gracias a su precio económico ofrece la posibilidad de arriesgarse al hipotético interesado, algo que actualmente no es tan habitual como nos gustaría. Destacaría especialmente el dibujo de Miura, que nos muestra su mejor faceta, con unas ilustraciones plagadas de detalles, así como increíbles páginas dobles. También es cierto que se aprecian ciertas similitudes con otras obras más conocidas de ambos autores tanto a nivel argumental como gráfico, pero podría decirse que está implícito en el sello personal de cada uno de ellos.
La historia está protagonizada por Katsuji Yashima, un yakuza enamorado de Yuka, una importante reportera japonesa, que se encuentra en Barcelona, durante los Juegos Olímpicos de 1992, por lo que decide seguirla hasta España, acompañado de uno de sus esbirros. La periodista, en una especie de "Japoneses por el mundo", realiza entrevistas a sus compatriotas sobre su opinión con respecto al poder económico de Japón, expuesta como una importante potencia mundial a nivel económico. Sinceramente, no recuerdo si por aquella época Japón es tal y como Buronson intenta retratarla, pero también es cierto que sirve al propósito del desarrollo que veremos después. En mi opinión, se magnifica un poco debido a su planteamiento, aunque admito que le funciona bastante bien en el contexto de la historia. La idea parte de exponer que debido a ese auge económico, Japón podría convertirse en el blanco de otras naciones, tratando de trazar paralelismos con Cartago, que en su mayor momento de hegemonía económica fue exterminada por los romanos. Esto se apoya en uno de los puntales de la trama, que no es otra que poner sobre la mesa una confrontación entre Europa y Japón, en un momento en el que el pueblo nipón ha conseguido sobreponerse a crisis pasadas como su derrota ante Estados Unidos. No obstante, se omite convenientemente ciertos aspectos históricos como su papel en la Segunda Guerra Mundial, al lado de los nazis alemanes. De nuevo, Buronson maquilla un poco la realidad para llevar el argumento a su terreno, y así conseguir que la historia funcione. Y realmente funciona, aunque nos acabe llevando hacia ese mensaje nacionalista que comentaba en un principio.
De todas formas, ante este planteamiento inicial, la obra intenta dejar algunos mensajes reflexivos sobre la sociedad capitalista en la que solo parece importar el poder económico,por encima de otras cuestiones. Esto nos lleva la siguiente paso de la historia, cuando se produce un temblor de tierra durante una de las entrevistas, provocando que la periodista y todos los presentes acaben en una cueva subterránea, incluido Yashima. Allí se encuentran con una vieja que les proporciona ciertas profecías en las que el próspero y rico desaparecerá en el futuro. Para que puedan ser testigos de ello, los envía a un año posterior al 2031, momento en el que arranca de verdad la historia. Nuestros protagonistas se ven envueltos en un escenario postapocalíptico, al más puro estilo Mad Max, provocado por la mano del hombre, que ha acabado con la capa de ozono y los recursos naturales de la Tierra. Aquellos países que no consiguen autoabastecerse, como Japón, obligan a su habitantes a emigrar. No obstante, a partir de ese momento, los japoneses son considerados refugiados, convirtiéndose así en esclavos de Nueva Europa una nación que nace en este nuevo mundo. Bajo el yugo de la opresión, con un sistema que nos recuerda a la Europa medieval, los japoneses viven en campos de concentración, los jóvenes son esclavizados y las mujeres son prostituidas. En este escenario, Yashima está decidido no solo a defender al amor de su vida, Yuka, sino también a demostrar que los japoneses deben luchar por su orgullo para recuperar su propia humanidad. De ese modo, y a través de diversas aventuras, Yashima emplea su descomunal fuerza para convertirse en el líder de una nueva nación que abandera por encima de todo la libertad.
Sin duda, hay un importante mensaje nacionalista aquí, sobre todo a los japoneses, en lo que parece ser una recriminación de los autores hacia su pasividad. También es cierto que se propone un escenario algo extremo, sobre un futuro ficticio algo improbable, o al menos es la sensación que yo he tenido. Es curioso como esta obra ofrece una visión del mundo a través de los años noventa, sin acertar en ciertos aspectos de la evolución de la sociedad en los años venideros. Aunque esa visión sobre el capitalismo diría que sí está vigente, sobre todo en los tiempos de crisis que vivimos en la actualidad, donde la riqueza económica es vital para continuar tras los acontecimientos que nos azotan ahora. Sin embargo, tampoco se puede obviar la paradoja de que precisamente los japoneses fuesen partícipes de cierta segregación racial durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, bueno, como digo, ese mensaje inicial acaba transformándose en algo mucho más plural, dirigiéndose a una utopía de libertad más consensuada y menos nacionalista. Por su parte, Yashima es un protagonista que nos recuerda mucho a Guts, sobre todo físicamente. Se perfila como un personaje algo rudo, sin demasiados estudios, cuya vida de violencia le será muy útil para sobrevivir en este escenario donde solo los más fuertes sobreviven. Su empuje y su determinación serán la clave y el motor de la historia para llevarnos a ese desenlace marcado por la esperanza, además de una de las piezas importantes para ganar el corazón de su amada. Desde una simplicidad más absoluta se construye algo un poco más complejo en lo que constituye una autentica lucha, en todos los sentidos inimaginables, por la lucha de las libertades.
Sinceramente, me cuesta recomendar esta obra alegremente, quizá por que pese a todo lo expuesto, también incluye ciertos clichés, y no siempre es claro ese mensaje plural que se perfila en su fase final. Me parece un obra interesante, de lectura amena, pero no creo que sea ninguna maravilla. Es un tebeo bien ejecutado, maravillosamente dibujado, pero también muestra matices propios de otra época, que llegados a cierto punto nos pueden chocar un poco, sobre todo en el tratamiento de los personajes femeninos, muy en la línea que muestra Buronson en El Puño de la Estrella del Norte, por ejemplo. Pero en líneas generales es una buena lectura y creo que es interesante que se rescaten este tipo de obras, no muy conocidas por aquí.