he leído
El Ataque de los Titanes Nº 13.
Con este tomo me tomaré otro descanso de la serie. Sigue sin convencerme, pero me cuesta decidir si dejarla ya o darle una última oportunidad. Soy así de masoquista, no lo puedo evitar. Este tomo ha estado un poco mejor que el anterior, hay algunos apuntes interesantes, pero esto no termina de despegar en mi opinión. El principal problema es que el autor parece totalmente incapaz de transmitir emociones, ya sea por su ineptitud en el tablero de dibujo como por poca habilidad a la hora de elaborar los diálogos. Hay una escena en la que Armin dice que cree que no se ha enterado de nada y es justamente así como yo me siento cuando leo la serie. Da la sensación que te están contando cuestiones esenciales de la trama principal de la historia, pero sin embargo no está llegando nada al lector. Y no hablemos de esos rostros constreñidos, que uno no sabe bien si están acojonados todo el tiempo o qué se yo. Hay una apatía generalizada en las expresiones faciales difícil de discernir algo. Vamos, que todo en su conjunto es un auténtico desastre. Sigo preguntándome si el éxito de esta serie no será por culpa de la animación, porque si es por el manga es incomprensible.
Como viene siendo habitual, tenemos un ritmo bastante pausado. Y es que da igual que estén trazando planes sentado alrededor de una mesa o luchando con los titanes, la emoción que se trasmite es la misma. Una continua cháchara, en ocasiones sin mucho sentido, que al final no nos conducen a ningún sitio, o como mucho a otro callejón sin salida. Después de los sucedido en los últimos tomos, hay que reflexionar y el cuerpo de exploración liderado por Levi tendrá que volverse a esconder porque tanto Christa, que es realmente Historia Reiss y Eren son el objetivo de la policía central. A lo largo del tomo, veremos como parece haber algún tipo de conspiración en la que la Monarquía del gobierno central pone por encima de la vida de la gente o la seguridad del muro el apoderarse de esta pareja, algo que por el momento se desconocen los motivos. para ello, veremos como
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Quizá este punto es el más interesante de todos, ya que se comienza a tejer una división entre los propios humanos del interior del muro. Y es que Erwing y Levi comienzan a trazar un plan que supondría un ataque a la monarquía, con un enfrentamiento casi directo con la policía central, evitando el secuestro de Historia y Eren por parte de los comerciantes de uno de los pueblos, siguiendo órdenes de sus superiores. El otro punto de interés supone descubrir que los habitantes de Ragako se habían convertido todos en titanes. Ahí entra en escena Hange Zoë, la cual comienza a lanzar hipótesis sobre la posibilidad de que el origen de los titanes sea humano y que esté relacionado con su punto débil de la nuca. Esto genera muchas dudas, porque da la sensación de que hay dos tipos de titanes, los de fuera y los de dentro del muro. O quizá estamos ante una especie de infección o evolución del ser humano de este mundo. Además, comienzan los experimentos con Eren, para ver si se podrían utilizar sus poderes para sellar el muro María, pero de momento parece que no es posible. Se plantea también la posibilidad de que la orden les desvele el secreto de la dureza del muro que, recordemos alberga en su interior a titanes.
Por último, destacar el papel de Historia Reiss, la cual conoceremos su trágica niñez. Pero como la mayor parte de lo que sucede ne esta serie, todo es muy críptico. Su madre no muestra afecto por ella, la considera una maldición. Su familia es alguien importante, pero parece que su nacimiento ha puesto en peligro algo indefinido.
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Como digo, todo envuelto de mucho misterio, pero así seguimos desde casi el inicio de la serie. La trama no ha avanzado gran cosa y a pesar de alcanzar ya 13 tomos leídos, la serie no termina de despegar. El dibujo es pésimo y el interés se va diluyendo cada vez más. Sigo sin tener claro si voy a continuar o no, pero de momento lo dejo una temporada. Ya veré lo que hago. Desde luego, ha sido un manga decepcionante en líneas generales. Una pena, porque la historia tiene potencial, pero no han sabido desarrollarla.