Llevo unos días dándole vuelta a un tema:
Ya sabéis que uno de los estigmas recurrentes de este mundillo es el tema de guionistas/dibujantes respecto a la acreditación de la cantidad de trabajo, pagos, méritos, y etc, etc, que cada uno percibía por sus esfuerzos. En esto, siempre hay una cantinela exagerada y extremista alrededor de figuras habituales como Stan Lee, Bob Kane, Joe Shuster, Jerry Siegel, Steve Ditko o Jack Kirby entre muchos otros. Algunos peores, otros mejores, todos fueron víctima o verdugo de determinadas prácticas que a los ojos del tiempo se han criticado en ocasión con una dureza desproporcionada.
Bueno, el caso es que este tipo de "agravios" o "desplantes" que se cometían en el cómic, en Marvel se centraban especialmente en la figura de Stan, arremetiendo contra la propiedad intelectual de las historias, la tarifa, los créditos, el reparto de trabajo y lo que se os ocurra. Lo normal; que si a este dibujante no lo acreditaron como coguionista, que si la trama era suya, que si fue el creador del personaje, etc, etc, etc.
Estando de acuerdo en que muchas cosas no eran justas (insisto, vistas hoy día en un medio profesional que antes estaba en pañales y era un patio de recreo, es más sencillo juzgar con la perspectiva del tiempo) y que todo agravio merece ser subsanado, como ya sabemos todos los que tenemos cierta objetividad, en muchas ocasiones se ha personalizado este tema, siendo muy poco justos, y más que iconoclastas, en algunos casos, simplemente hijos de puta, digámoslo así.
No digo nada nuevo con esto, pero, sí me gustaría añadir algo que creo que no sale a menudo en el debate, normalmente por desconocimiento. Y es lo siguiente: Existen muchos precedentes de caso contrario, en el que el guionista era el ultrajado y todas las flores, ya de forma irreparable, eran para el dibujante.
El agravio comparativo es el siguiente:
En el revival de superhéroes de los años cincuenta, quizás la época más oscura del mundo del cómic, hubo un breve periodo en el que personajes como el Capitán América, La Antorcha Humana o Namor fueron resucitados, tras años de ostracismo en los que los gustos del público parecían haber cambiado. En dicho revival participaron artistas como Mort Lawrence, Stan Lee o un verde John Romita, y fueron precursores directos, apenas un lustro antes, del comienzo de la Silver Age en Marvel a comienzos de los años sesenta. Y es en este periodo, al igual que ocurría en cómics de los años 40, en el que nos encontramos una situación de lo más curiosa:
En prácticamente ninguna de estas historias se acredita al guionista.
No hablamos ya de que no se le dé papel de coautor, que cobre menos, que no se le reconozcan las aportaciones o que se lo ponga por debajo del dibujante. Es que directamente, en 2019, más de sesenta años después, seguimos sin saber sus nombres ni lo que hicieron. Su trabajo y reconocimiento se ha perdido, y mientras que artistas como Lawrence o Romita sí firman esas páginas, apareciendo acreditados y haciendo posible su identificación (que nunca ha caído en el olvido), resulta imposible saber quién o quiénes escribieron esos números. Uno de los agraviados, por supuesto, fue Stan Lee, que escribió muchos de esos números, pero cuyo nombre no veréis en una sola de esas páginas. Se piensa que otro guionista ilustre pudo ser Bill Finger, el cocreador de Batman (y hay elementos que respaldan esta teoría), amén de muchos otros que nunca vieron reconocido siquiera su aportación a estas historias.
¿Pero habéis oído alguna vez a alguien defender los derechos de estos guionistas? ¿Habéis escuchado algún "Romita, muérete" (menos mal que no, con lo majo que es) o que "eres un ladrón, todos los méritos para ti"? No, ¿verdad?
En fin, la memoria es corta.
Mientras que siempre habrá un sector del cómic que reniegue de la figura de Stan Lee (y otros) por el trato injusto que recibieron los dibujantes de los años sesenta en muchos casos, creo que jamás oiréis a nadie defender a Stan cuando apenas una década antes, él había sido víctima exactamente del mismo caso (¿os imagináis que hoy hubieran triunfado personajes como Electro o El Ejecutor de los años 50? ¿Con películas o series? ¿Qué reconocimiento o dinero creéis que se hubiera llevado el guionista y creador de estos personajes? Cero absoluto, al no poder reclamar siquiera la autoría de sus creaciones).
Pero en estos casos el desconocimiento es tan grande que ni siquiera se ha oído hablar apenas de ellos.
En el otro también, pero una cantinela mil veces oída ya se tararea de memoria aún sin haber leído un solo tebeo.