Ayer empecé a releer mis Vigilantes viejunos, los de la etapa Zinco recopilados en sus correspondientes retapados. Y, sinceramente, no sé si merecen la pena un crowfunding. No están mal pero que nadie espere una obra maestra que cambió el medio ni nada de eso. Son tebeos entretenidos, con un Wolfman a medio gas y con cierto miedo a llevar el personaje a sus últimas consecuencias como sí hicieron autores posteriores en números menos considerados por los lectores.