Día 307: The (Uncanny) X-Men vol. 1 #133. Mayo de 1980
Banda sonora: La verdad es que no se me ocurre nada que le pegue más a Lobezno de mala leche que el "Ace of Spades" de Motörhead. Y como estamos en 1980...
https://www.youtube.com/watch?v=PMavhk16FJU
Créditos: Chris Claremont (argumento, guion); John Byrne (argumento, dibujo); Terry Austin (tinta); Tom Orzechowski (rotulación); Glynis Wein (color).
Portada de John Byrne, Terry Austin y Gaspar Saladino.
En episodios anteriores: nos habíamos dejado a Lobezno aparentemente ahogado en las cloacas bajo el Club Fuego Infernal. Pero todo el mundo sabe que Lobezno no es tan fácil de matar. Ahora espera apretado contra el techo mientras los infernales buscan su cadáver.
Aunque Logan es sigiloso como él solo, no puede evitar que las gotas de agua caigan de su traje mojado. Los infernales lo detectan, pero eso no les ayuda lo más mínimo. Lobezno es el mejor en lo que hace cuando saca sus garras.
Hubo un tiempo en que a Lobezno las heridas de bala le hacían pupa y necesitaba algo de tiempo para recuperarse. Eso sí, su factor curativo sigue a plena potencia. Los lacayos infernales no son rivales para Lobezno.
Logan deja a todos sus sparrings por los suelos, excepto a uno, al que intenta sacarle información después de hacerse un Clint Eastwood invertido con él. ¿Podrás dispararme a tiempo, amigo? El infernal no se la piensa y arroja el arma.
Por cierto, entre los infernales que buscan a Lobezno se mencionan a: Murray, Angelo, Cole y Rosen.
No quiero hacer retrospoilers, pero
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Mientras, el círculo interno del Club Fuego Infernal se ufana en su victoria sobre la Patrulla-X, ahora con una flamante (nunca mejor dicho) Reina Negra en manos de Wyngarde. De todas formas, su unión es aparente y se prevén luchas intestinas por el poder.
Jean vuelve a tener otra regresión, por obra de Mente Maestra. Se imagina a sus compañeros de la Patrulla como unos rebeldes americanos. Y además se ensaña con Ororo, a quien toma por una esclava. Pero Scott ya sabe que Jean está bajo la influencia de Mente Maestra.
Pero ¿por qué mantener a la Patrulla-X con vida? -pregunta el propio Kurt-. Shaw no tiene inconveniente en revelar sus planes: se trata de experimentar con mutantes, aislando el gen que los hace especiales y creando un contingente de siervos mutantes mediante ingeniería genética.
Cambio de escena: la preocupación por los desbocados poderes de Jean no solo alcanzan a Scott Summers o Xavier: Moira MacTaggert ha analizado los datos que Xavier le ha enviado a la Isla Muir después de chequear a la pelirroja. Y las noticias no son nada buenas:
No deja de ser curioso revisitar la historia tal y como originalmente fue contada: el problema no es (o no es solo) el poder del Fénix. Jean ya poseía un poder psíquico casi ilimitado antes de encontrarse con el Fénix. Tan grande que la misma Jean se lo limitó. El mecanismo es una suerte de interruptor psíquico inconsciente, que mantiene a Grey dentro de límites de poder asumibles. No fue por tanto Xavier quien le puso el interruptor al encontrarse con ella. O mejor dicho, se omite aquí esa información.Sea como sea, algo ha eliminado el interruptor, desatando los poderes de Jean. Sabemos que ese algo es Jason Wyngarde. Es curioso, pero, desde este punto de vista, el Fénix corrompe, pero Jean ya tenía suficiente poder para corromperse sin la influencia de la entidad cósmica.
La historia prosigue con un nuevo interludio, en el que Xavier se confiesa con Ángel, en la casa de Arizona de Warren (curiosamente, en The X-Men #131, estaban en Nuevo México). Xavier admite que se siente desplazado, aun cuando preparó a Scott para sucederle a él.
Xavier no ha sido capaz de mantener el vínculo psíquico con sus pupilos (sin que se explique por qué, la verdad). Y a ello se suma que Xavier ha vivido de mala gana que su alumno aventajado asuma el liderazgo. Esto ha llevado a Xavier a una deriva errática, que ya hemos visto, con exceso de control sobre sus discípulos, comportamientos inexplicables, discusiones con Scott...
Estamos viendo, o casi viviendo, cómo pequeños afluentes de trama van confluyendo en el río del hilo central: el de la saga de Fénix Oscura.
Pero necesitamos volver a la acción. Lobi accede a las dependencias centrales del Club usando un montacargas.
Al final, el matón al que intentó interrogar no le ha dicho nada. Eso no quita, sin embargo, que Logan siga el fuerte olor de Kurt con su supernapia. Y ojito, que tenemos aquí otro momento definitorio: primera vez que se menciona a un tal Senador Kelly, que luego hará un pequeño cameo. Historia Sagrada, mes amis.Senador Kelly que, no siendo miembro del Club Fuego Infernal, sí está invitado a una velada en la institución.
Mientras, recordemos que los X-Men siguen cautivos. Cíclope tiene una capucha de cuarzo de rubí que impide usar sus poderes. Sin embargo, tiene un as en la manga:
Efectivamente, se trata del vínculo psíquico que comparte con Jean. En el plano mental, intenta marcar la diferencia, sosteniendo con ella un diálogo en privado. Pero Mente Maestra se da cuenta y se introduce, sorprendentemente, en su vínculo psíquico, volviendo a la regresión.
Cíclope se pregunta cómo es posible que Mente Maestra tenga la capacidad de interferir en su vínculo con Jean, teniendo en cuenta que no es un psíquico. Pero Jason no suelta prenda de su secreto y además, lleva la delantera a Scott en el duelo de espadas psíquico que se entabla.
Para colmo de males, hay jaleo en el Club: Lobezno ha sido descubierto por un infernal. El sigilo se ha ido de viaje y solo queda una bronca abierta. Como le gusta a Lobi, para qué mentir. Lo malo es que está en clara minoría y resulta apaleado con saña por el servicio del Club.
Las malas noticias se acumulan. En el plano mental, Wyngarde maneja a Cíclope como quiere. Finalmente, Jason asesta a Scott una estocada mortal. Eso se traduce, en el plano físico, con Cíclope desplomándose, aparentemente muerto, ante la satisfacción de Jean.
Pues no puede acabar la cosa más emocionante ¿no? Volveré en cuanto pueda para ver cómo termina este suspense. Mientras tanto, permanezcan atentos a sus pantallas.