Me la llevaba reservando una barbaridad, para verla arrejuntaitos en manta de noche.
Qué bonito es estar enamorado y compartir cosas así (ooooooooooooohhhhhhhhhhh).
Como el niño vuela, en cuanto acabé de verla, la encargué en Fnac, que estaba de oferta con la banda sonora
¡Larga vida al buen anime! (y qué capacidad para tocarte la fibra que tiene la animación nipona).