He leído
Coleccionable La Espada salvaje de Conan Nº 38.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Comenzamos este volumen con una historia escrita por Michael Fleisher, en la que el guionista recupera algunos de los conceptos que presentara en sus anteriores trabajos para la serie. Primero tenemos un presencia meramente testimonial de la Hermandad del Halcón, para después introducirnos en una aventura en la que el cimmerio pasará por esa dimensión paralela en la que se encuentra Konar, su doble. En esta ocasión, ambos serán aliados en un intento de sabotear una acuerdo de paz entre Aquiloria y Ophit.
"La traición del Lobo Gris" es posiblemente la mejor historia de esta entrega, donde Fleisher utiliza las herramientas habituales de sus relatos como son las intrigas palaciegas, las traiciones y la acción desbordante. Una historia bastante entretenida en la que podemos apreciar de nuevo la tensión sexual entre Zenoria y Conan, muy a pesas de su
doppelgänger, ahora representado con un aire más benevolente y menos sanguinario. Por otra parte, tenemos la presencia del dibujante Val Mayerik, totalmente oculto bajo las tintas de Ernie Chan, que prácticamente parece una copia de John Buscema en muchos aspectos. Aunque el filipino carece del talento narrativo del mayor de los Buscema, explota uno de su puntos fuertes, la ilustración de pin-ups, para ofrecer un resultado bastante bueno, incluso espectacular en diferentes escenas, destacando su profusión por el detalles. Desde luego, es una forma como otra cualquiera de paliar la ausencia del artista neoyorquino. A mí me ha gustado bastante, y creo que cumple perfectamente su cometido, añadiendo un elemento más a este cronología fuera del canon que está realizando Fleisher, pero que también ofrece sus momentos de divertimento y se acerca con bastante acierto al género de la fantasía heroica.
A continuación, Fleisher se toma un descanso en sus guiones para la revista, dando paso al guionista Don Kraar, que debutaba en la colección tras escribir la tira de prensa de Tarzán, dibujada por Gray Morrow. Su relación con el cimmerio se prolongaría durante bastante tiempo, no solo en el magacín, sino que estaría presenta en
Conan The King, así como en varias novelas gráficas del personaje de Howard.
"El molino" no es en sí misma una mala historia, sobre todo porque intenta profundizar en algunos aspectos de la condición humana en una situación extrema. No obstante, no consigue plantear una trama sólida. Tampoco cuida muy bien los detalles, no queda claro en que lugar del norte se sitúa la acción, que clase de guerra es en la que Conan participa, ni como se rodea de una serie de mercenarios que lo odian tanto. Mi sensación es de que coloca cada elemento a su antojo para poder desarrollar la idea principal, provocando que en ocasiones chirríe todo demasiado. Esos campesinos capaces de acabar con un ejército de mercenarios me parece poco creíble. Al igual que ese escenario tan deprimente en el que el cimmerio parece el único con un poco de sentido común. Como digo, no es una mala historia, incluso es entretenida, pero el estreno de Kraar con Conan fue algo descafeinado.
En apartado gráfico tenemos a Gary Kwapisz entintado por Bob Camp. El dibujante se inspira en la estética de Barry Windsor Smith, principalmente porque parece querer transmitir que es una historia propia de la juventud del cimmerio, aunque en ningún momento se establece conexión alguna con su cronología, más allá de ese aspecto en su vestimenta. Kwaspiz me sigue pareciendo un dibujante con ciertas carencias narrativas y un estilo que si bien encaja con el tono de la serie, incluso con el de esta trama oscura que nos recuerda a
westerns como
Ravenous o al más reciente
Bone Tomahawk, donde se introduce el canibalismo en una especie de combinación de géneros, es quizá demasiado irregular y sus viñetas parecen en ocasiones algo vacías de fondos. No sé, es una sensación de "dibujo vacío" sin ser capaz de explicar del todo esas sensaciones. También es cierto que el paisaje nevado y el entorno son propicios para ello, pero aún así tengo que reconocer que no me termina de saciar del todo el arte de este artista, que tampoco me atrevería a decir que sea malo, pero está lejos de transmitir la fuerza habitual de los dibujantes a los que estamos acostumbrados en la revista. De todas formas, como su presencia se repetirá en más entregas de la colección, espero poder ir explicando mejor mis impresiones y veremos también su evolución.
Paras cerrar el tomo tenemos el relato en prosa
"La cripta", que vuelve a ser otro ejemplo de pin-ups transformado en historia por arte y gracia de Jim Neal, autor de otros trabajos similares, así como un repetido articulista y conocedor del Universo de Howard que llegó a Marvel debido a su relación con Roy Thomas. William Johnson y Geof Isherwood son los encargados de realizar unas recargadas ilustraciones plagadas de detalles bastante chulas, que sirven para despedirnos hasta el próximo volumen del a colección. Un tomo este un poco más discreto que los últimos, pero que de momento sigue con un buen nivel de entretenimiento.