Día 163: The Incredible Hulk vol. 1 #150. Abril de 1972
Seguimos con las apariciones aisladas de mutantes a lo largo de otras colecciones durante los años 70. Ahora le toca a The Incredible Hulk #150. ¡Grita Hulk! ¡Grita Kaos! Lorna no grita pero casi.
Banda sonora: la escuela Xavier ha cerrado hasta nuevo aviso y estamos en 1972. No hay muchas mejores ocasiones para pinchar "School's Out" de Alice Copper.
https://www.youtube.com/watch?v=mBqiC5ox8Bw
(Bueno, en realidad sigue abierta pero nosotros no la vemos
)
Créditos: Archie Goodwin (guion);Herb Trimpe (dibujo); John Severin (entintado); Sam Rosen (rotulación); ¿? (color).
Portada de Herb Trimple, John Severin y Sam Rosen.
Estamos ante un ejemplar que yo creo que es bastante conocido entre los fans mutantes, por ser uno de los más importantes para seguir la pista a Alex Summers, quien se había refugiado en una cabaña en algún lugar de Nuevo México después de abandonar la Patrulla-X. En este capítulo, Lorna va en su busca.
Sin embargo, no podemos obviar que estamos de invitados en la colección de Hulk, quien tiene que hacer frente a sus propios problemas. Tal y como comienza la historia, es imposible enterarse de mucho si no tenemos conocimientos de los que pasó en The Incredible Hulk #149.
Recapitulando muy brevemente: Hulk había sido sometido al proyecto Piel Verde, una vez capturado por Ross, para "extirpar" a Hulk de Banner de una vez por todas. Pero un nuevo villano llamado el Heredero ataca la base del proyecto con malvadas intenciones. Sin embargo, acaba liberando a Hulk -sin que tal cosa formara parte de su agenda- y el Heredero, quien resulta ser una cucaracha evolucionada por el Alto Evolucionador, revierte a su verdadero y diminuto yo cucarachesco. El gigante esmeralda, sin saber que se trataba del Heredero, lo pisotea inmisericorde. Así es, querida audiencia. Yo no he escrito esto ¿eh?
Y con esto, ya podemos saber el porqué de esta primera página de apertura del tebeo:
La cuestión es que Hulk está suelto. Por una parte, le persiguen Ross y sus hombres, lo que provoca la típica escena de militares en helicóptero persiguiento al coloso verdoso por el desierto. No soy lector de Hulk y he visto esto cuarenta veces. Un poco monótno ¿verdad?
O será que siempre acabo leyendo los mismos tebeos de Hulk... no sé.
Por otro lado, el mayor Talbot viaja con Betty, a bordo de un jeep, intentando encontrar a Hulk para ensayar medios más pacíficos, a petición de esta, y a espaldas del General Ross. Talbot anda bastante encaprichado con Betty, por lo que accede, aunque un tanto reservadamente, a ayudar a la hija de Ross.
Pues bien, con este "teatro de operaciones" en mente, Hulk huye y acaba reflexionando sobre un pedrusco, en la oscuridad de la noche, mientras evoca a su amada Jarella, de verdes cabellos. El factor verde aquí es importante, porque Hulk confundirá a Lorna con Jarella más adelante
En medio de toda la trifulca Hulk-militares, Lorna acude en busca de Kaos, como ya hemos avanzado. Resulta que el menor de los Summers está aislado de la Patrulla-X y del mundanal ruido en su cabaña (excepto por los habituales saltos de Hulk y el ruido de obuses en Nuevo México, claro, que eso suele montar bastante follón
).
Pero hete aquí que una banda de moteros la increpa en plena carretera. Persiguen a la chica después de haberse cruzado con ella en una gasolinera, con intenciones más que dudosas. Hulk, mientras, ha sido avistado por los soldados de Ross y es nuevamente hostigado por ellos. Sacado de sus ensoñaciones, el gigante de jade se defiende de los ataques. Sin embargo, cuando menos lo espera Hulk, estos ataques se detienen y los hombres de Ross pliegan velas. Ross ha sido llamado a declarar al Capitolio por el asunto del Proyecto Piel Verde. Tregua, de momento.
Solo entonces divisa a Lorna siendo acosada por los moteros. Piensa que se trata de Jarella al tener el pelo verde, y se planta de malos modos ante los matones motorizados, con un estilo saltimbanqui que ya es marca de la casa. Me encanta cómo se le ve venir de lejos en la viñeta
Sin embargo, Hulk solo ha aplastado a la retaguardia de la caravana motera. Para cuando llega al coche de Lorna, lo encuentra ya vacío y con algunos oponentes tirados por el suelo -fruto del conveniente poder de Lorna sobre el magnetismo, aplicado a las motos-. Lorna ya se ha ido y da con el refugio de Alex. Hulk intenta sacar información a los matones, pero ellos no saben nada más de la chica de pelo verde. La escena cambia entonces a Lorna dirigiéndose a la chabola de su amante. No repara en que el jefe del clan de moteros, un tal Viking, la perseguía. Cuando el mandamás motero está a punto de arrollarla, Alex la salva utilizando sus poderes de rayos de plasma. Una vez hecho el reencuentro, ella le intenta convencer de que vuelva a la Escuela.
Esto nos permite saber que, tal y como interpretó Byrne en Los Años Perdidos, Lorna era miembro de pleno derecho de la Patrulla-X en esta especie de "edad oscura" de los mutantes. En estas viñetas se nos permite saber que Alex lleva meses fuera del grupo. El motivo de tanto aislamiento es su excesivo poder. Desde la etapa de Neal Adams y Roy Thomas, el gran problema de Alex es el descontrol de la energia solar que puede liberar, y que puede dañar a la gente. No se puede perdonar que casi mata a Bobby en una de sus muchas discusiones.
Así que Alex no quiere saber nada de la Patrulla, y rechaza la oferta que Xavier le hace llegar a través de su amor, por aquello de tener más persuasión
. Pero ni por esas, así que Lorna se vuelve contrariada a Westchester, frustrada por no haber podido convencer a su novio, pensando además que no es digno de sus cuidados.
Pero Hulk, que ha dado al fin con el paradero de Lorna, interpreta toda esta escena de discusión como que Summers está molestando a Jorella, así que se planta de un salto entre la pareja. Alex, tras un momento de duda, entra en su cabaña para salir vestido como Kaos, pero ya no hay nadie cuando sale. Esto puede parecer una tontería, pero hay que remachar que Alex teme realmente usar sus poderes y que se descontrolen. Cuando ve que las cosas se ponen feas, entra para colocarse el único chisme -su traje, para más señas- que parece contenerlo, obra de un tal Larry Trask.
Pues eso, que ya no hay nadie porque Hulk ha tomado a Lorna, pensando que se trata de Jarella, y se la lleva escalando por unas peñas para "ponerla a salvo". Pero al pararse a mirarla, se da cuenta de que no es Jarella. Además, a esto se añade que Talbot y Betty se acercan al lugar, ya que venáin siguiendo a Hulk en jeep desde hacía un ratito. Esto lo interpreta el coloso verde como que ha sido traicionado por Lorna, haciendo de cebo para que los militares le encuentren. En el jeep, Talbot musita que podría tomar ventaja en el corazón de Betty si le dijera que Banner ya solo piensa en Jarella, pero no llega a hacerlo.
Un gesto honesto que no servirá de mucho, pues luego a Banner se le escapará el nombre de Jorella cuando, al fin librado temporalmente del Hulk, Betty le asiste cuidándole. Pero eso es chivaros directamente el final. Antes, pasan más cosas.
Para empezar, Kaos, ahora más seguro del manejo de su destructiva energía, al llevar el traje contenedor puesto, ha hallado a Lorna y a Hulk. Empieza a disparar rayos de plasma contra la montaña. Esto hace que Hulk vaya a buscarle abajo de un salto. Recordemos que Lorna estaba en una situación comprometida al pensar Hulk que ella le había traicionado. De momento, Kaos logra poner a la chica fuera de peligro dejándola libre del engendro verdoso. Pero ahora se las tiene que ver él solo contra el mastodóntico oponente.
El problema está en que Kaos logra cabrear de verdad a Hulk, y este decide contrarrestar desgajando un trozaco de la montaña en dos, para utilizarlo de proyectil gigante contra su enemigo. Con otro inconeniente añadido: Lorna está encima del trozo de peñasco escogido por Hulk
.
¿Cómo va Kaos a detenerle sin dañar a Lorna? Difícil dilema. Sin embargo, utiliza aquí una hasta ahora desconocida faceta de su poder de plasma: concentra su descarga en la cabeza de Hulk, lo que le produce un gran dolor a la bestia gamma.
Hulk acaba agotándose y Banner vuelve a emerger, aunque sea inconsciente. Por suerte, el cacho de peña levantado por Hulk queda justo sobre Banner, en delicado equilibrio, sin caérsele encima, lo que habría sido fatal.
Y además, como podéis ver en esta viñeta, Kaos todavía innova otra vez con sus poderes:
Utilizando otra descarga de plasma concentrado, logra contrarrestar la fuerza de la gravedad bajando a Lorna mansamente hasta el suelo. Después de esta aventura, Kaos recapacita y decide volver a la Patrulla-X con Lorna, abandonando allí a Banner inconsciente bajo la montaña.
Y así es como Talbot y Betty se encuentran las cosas, con la viñeta que antes mostraba, quedando la última muy desengañada cuando se entera de que Banner podría beber los vientos por la tal Jarella.
Como valoración breve, me gustaría decir que no era fácil encajar a Lorna y a Alex en esta trama, y sin embargo Archie Goodwin lo hace de tal manera que no queda nada forzado. Hay muchas casualidades, sí, pero la narrativa fluye de modo muy natural. Un encuentro causal por tanto, pero que es algo más que un simple cameo, pues marca el devenir de la pareja Lorna-Alex en un futuro no tan lejano ya. Con Claremont se recuperaría un escenario parecido... pero eso tocará leerlo mucho más tarde. Basta, pues, por hoy.