Bueno, pues yo traigo la reseña que hice de la mini de Ostrander con motivo de la última relectura que le he hecho.
En la web:
Deadshot, de John Ostrander, Kim Yale y Luke McDonnellDeadshot, de John Ostrander, Kim Yale y Luke McDonnell
“Podría saber todo acerca de mí, y aun así, sería incapaz de explicar por qué soy como soy.”
Durante su celebrada etapa en el
Escuadrón Suicida,
John Ostrander, ayudado en los guiones por su mujer
Kim Yale y acompañado de
Luke McDonnell, su dibujante habitual en dicha cabecera y de la colorista
Julianna Ferriter, que se encargó del color en
Suicide Squad #10, llevaron a cabo una miniserie de cuatro números centrada en uno de los miembros que más atención recibía en la
Fuerza Especial X;
Floyd Lawton, más conocido como
Deadshot.
Esta miniserie, titulada simplemente como
Deadshot fue publicada por
DC Comics en cuatro números entre noviembre y diciembre de 1988 (
Deadshot Vol 1 #1-4) y está situada después de los hechos de
Suicide Squad #18 y antes de
Suicide Squad #22, normalmente en las cronologías se sitúa entre
Suicide Squad #18 y
Suicide Squad #19, pero se puede leer en cualquier momento entre esos números.
John Ostrander es conocido por su capacidad para el desarrollo de personajes y crear interacciones totalmente realistas entre ellos. Eso es lo que se dedicó a hacer en el
Escuadrón Suicida; utilizar multitud de villanos, pero dándoles un transfondo psicológico y un carisma que muchas veces no tenían antes de esta serie. Deadshot fue uno de los más beneficiados. Concebido como un villano más de
Batman en
Batman #59 (de hecho uno un tanto ridículo), fue rescatado de un inevitable olvido por
Steve Englehart y
Marshall Rogers en
Detective Comics #474, esta vez con un cambio de imagen muy necesario que traería la máscara de francotirador, el traje rojo y las
magnum de muñeca, que es la apariencia por la que le conocemos. Pero seguía siendo un personaje plano, sin interés más allá de su “molonidad” estética. Pero todo eso cambiaría cuando
John Ostrander le eligió para formar parte de las filas del
Escuadrón Suicida en las páginas del evento
Leyendas.
Floyd Lawton resultó no ser un villano de opereta, sino un hombre oscuro y destrozado que parecía no tener sentimientos y que sólo buscaba misiones en las que pudiera morir para poner fin a su existencia. Un personaje muy complejo, que de hecho, ya con su pena conmutada, permanecía en el
Escuadrón Suicida de manera voluntaria.
Su cinismo y desdén parecían alterados cuando se encontró con
Batman de nuevo en el cruce con la
Liga de la Justicia Internacional, pero algo fallaba, ya que allí le dijo
Batman que si nunca le había matado era porque
Deadshot erraba el tiro a propósito.
Floyd Lawton era mucho más profundo de lo que podríamos haber pensado, y también se dio cuenta de ello su terapeuta en el
Escuadrón;
Marnie Herrs, que quedó irremediablemente demasiado implicada con su paciente tras sus sesiones y un inesperado beso.
La historia que nos ocupa comienza con
Susan, la ex mujer de
Floyd intentando contactar con éste, que está en medio de una misión de infiltración con el
Escuadrón Suicida donde demuestra su sangre fría y temeridad. Al regresar al cuartel del
Escuadrón (la penitenciaría
Belle Reve en Lousiana), recibe el mensaje de
Susan y abandona el lugar pese a las quejas de
Amanda Waller. Resulta que
Floyd tiene un hijo;
Eddie, que ha sido secuestrado por algún motivo del pasado de
Deadshot.
De esta forma comienza un
thriller desde dos perspectivas; la del propio
Deadshot, más desatado que nunca, dejando un reguero de cadáveres a su paso, avanzando poco a poco hasta su hijo y la de
Marnie Herrs, que irá al pueblo natal de
Floyd para poder comprender su mente, intentando contactar con su familia y descubriendo una oscura historia. Con el acostumbrado tono adulto y tenebroso del
Escuadrón Suicida, pero con hechos tremendamente sórdidos seremos testigos del que habría sido un descenso a los infiernos por parte de
Floyd Lawton si no viviera ya en ellos. Un ejercicio tremendamente bien construido y que maneja las dos tramas de manera perfecta, descomponiendo el pasado del personaje por un lado y al mismo tiempo mostrándonos su letal situación actual a la vez que se realiza un profundo estudio psicológico del personaje.
Para mí, esta miniserie es perfectamente definitoria del personaje. El golpe definitivo sobre la mesa que demuestra todo su potencial a la vez que nos dan una historia violenta que nos mantendrá en tensión y nos hará incluso empatizar con este extremo asesino. Se darán situaciones realmente cruentas y comprenderemos que no todas las historias pueden ser felices. De esos cómics que piden que los leas del tirón. Ojalá hubieran hecho más ejercicios de este estilo con otros personajes del
Escuadrón. Miniseries de 4 números para
Rick Flag,
Amanda Waller,
Nightshade, el
Capitán Bumerán… habría sido legendario. Además, es una lectura perfecta no sólo para el aficinado al
Escuadrón Suicida de
Ostrander, sino que la recomendaría a cualquier lector de cómics porque seguro que encontrará aquí una historia que como mínimo le causará impresión, y sin necesidad de saber nada del personaje, ya que el primer número es perfecto para conocerle.
Una vez más
John Ostrander demuestra que debería ser considerado como uno de los grandes guionistas del género superheroico, aunque lamentablemente, ha quedado relegado a un segundo plano. Por lo menos, siempre quedarán sus trabajos, la prueba suficiente de su calidad como autor, y que a día de hoy, siguen siendo increíblemente disfrutables.
Apartado GráficoEl dibujante de la miniserie es
Luke McDonnell, el mismo que se encargaba de la serie del
Escuadrón Suicida en ese momento y que permaneció en ella muchos números. Generalmente su dibujo ha sido ampliamente criticado por multitud de seguidores, pero pese a sus evidentes errores a mí cada vez me gusta más cuando pone empeño, y esta historia es una de esas ocasiones y prueba de su buen hacer, como también podría mencionar el
Suicide Squad #14, por ejemplo.
Y es que demuestra que tiene un trazo lleno de personalidad, sobre todo en su entintado, manejando el grosor de la línea con maestría y eligiendo posturas y perspectivas extrañas e incluso arriesgadas pero siempre asegurando la perfecta comprensión de la historia. Evidentemente, tiene fallos, pero para mí éstos son muchos menos que sus aciertos. Un trabajo realmente sólido que también busca la experimentación en la disposición de las viñetas, o incluso en las portadas, en las que realiza un ejercicio interesante; cada viñeta tiene un número enorme (siguiendo la numeración de la miniserie) en cuyo interior hay una escena que veremos en el cómic. En primer plano,
Deadshot en una posición, que va avanzando en cada número otorgándole movimiento. Por último, los fondos van del blanco en el primer número al amarillo en el cuarto, pasando por los tonos intermedios, teniendo al final, cuatro portadas con muchas cosas conectadas y un aspecto a nivel de diseño gráfico innovador y atractivo.
El color es de
Julianna Ferriter, colores planos y saturados siempre elegidos con cuidado y manteniendo el equilibrio en la página y jugando con los complementarios. Un ejercicio para mí impecable.
EdicionesEn Estados Unidos la miniserie fue recopilada en 2013 en un tomo
TPB titulado
Deadshot: Beginnings, que aparte de la miniserie incluía el
Batman #369 y el
Detective Comics #474. Estos dos últimos números presentan al
Deadshot renovado (del
#474 hemos hablado antes) pero anterior al toque magistral de
Ostrander, por lo que leerlos y posteriormente hacer lo propio con la miniserie tiene que ser un ejercicio muy interesante y que demostrará la evolución del personaje.
En España, la miniserie estaba inédita hasta que
ECC, aprovechando el estreno de la película del
Escuadrón Suicida, se lanzó a recopilarla junto con la miniserie del mismo personaje de
Christos N. Gage de 2005 (
Deadshot Vol 2 #1-5) y un número autoconclusivo del mismo autor en una cabecera de
Batman de 2007 que tenía como villano a
Deadshot (
Batman: Legends of the Dark Knight #214), por lo que quedaba recogido todo el trabajo de dicho autor con el personaje. La segunda miniserie es también un trabajo muy recomendable que si bien emplea un tono distinto del que hace uso
Ostrander, sabe manejar a su propia manera el personaje y darnos una historia que engancha y queda perfectamente cerrada.
De esta forma queda un tomo muy interesante, con obras de gran calidad y que es perfecto para aquellos que quieran acercarse al personaje o simplemente leer un buen cómic. La edición está bastante cuidada incluyendo dos artículos y biografías de los autores que complementan muy bien la lectura. Su precio es de 24€ por 248 páginas que si bien no es un precio reducido, me parece justo por la calidad de la edición y las historias que contiene. Normalmente intento evitar recomendar una compra sin ningún tipo de precaución, pero con este tomo animo a cualquiera que se pueda ver mínimamente interesado a que lo compre, porque creo que no se arrepentirá.
Por supuesto es un complemento perfecto e incluso obligado para el
Escuadrón Suicida de
Ostrander.