Estoy liado con un montón de lecturas, aprovechando estos días de cuarentena... y como Mundo Putrefacto se me está haciendo bola y Siete Soldados lo tengo incompleto (me faltan Frankenstein y la grapa 1
) me he puesto también con Universo DC: Detective Marciano 1, que ya lo tengo desde hace años, así como el segundo tomo, pero que a estas alturas no lo tengo fresco en la memoria.
De momento, he leído el número 0, el 1.000.000 y del 1 al 4... curioso que una serie empiece así, con un cruce con un evento... en fin, cosas de la época. La historia del DM es prácticamente un lienzo en blanco, ya que pese a la antigüedad del personaje (años 50) hasta este momento no había disfrutado de una serie propia y todo lo que se sabía de él era por apariciones en la JLA, que en muchos casos ya no eran canónicas por ser pre-Crisis. Así es que aquí Ostrander básicamente toma referencia los cómics inmediatamente anteriores, que son los primeros JLA de Morrison, donde se había presentado a los marcianos blancos, la ciudad de Zrrrr Zarrr (no se escribe así, pero no me apetece buscarlo
), la Zona Silenciosa... y con esto empieza a construir la historia de J’onn J’onzz y los marcianos. Podríamos decir que estos cómics representan el “año uno” del DM.
El dibujo de Tom Mandrake no es para todos los gustos. Personalmente, no me apasiona, pero tampoco me disgusta. Lo veo más para Batman o Espectro, aunque su versión del DM no está mal. Por cierto, que no puedo evitar que me recuerde a Gene Colan, quien a su vez dibujó Jemm El Hijo de Saturno, personaje que a su vez está vinculado al mundo del DM.
Lo peor, el farragoso número 1.000.000, muy en la línea de un evento (Un Millón) ya de por sí pesado de leer por tener una estructura muy peculiar.