Mc, amigo mío, tienes un problema.
Intentar analizar un anime como Ponyo desde un punto de vista racional o realista, en un mundo fantástico y con su propia verosimilitud como son los de Ghilbi, es un error mayúsculo.
Pues mira que la he estado comentando con una superfan de Ghibli y me ha dado la razón en que argumentalmente la cinta deja muchísimo que desear, que solo es destacable por la animación.
No sé, ¿por ser de un determinado estudio/autor ya le damos vía libre a todo? Personalmente nunca he sido de dar luz verde.
Que hablas tú de personajes de la cinta, pero ¿por qué tengo que creerme que la madre
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No es que el personaje esté en un mundo fantástico con su propia verosimilitud, es que no sigue ni su propia base. En cuanto se encuentra con la más mínima dificultad adaptativa se cambia por completo y para delante sin miedo.
El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke son dos cintas de Ghibli que funcionan argumentalmente como un reloj, con sus propias normas, su idiosincrasia y todo lo demás. Que Ponyo no lo haga (de hecho tiene lagunas argumentales y está más o menos reconocido popularmente que carece de un rumbo fijo) no es culpa mía, sino en todo caso suya.
Pero vamos, ya he dicho que yo personalmente nunca he sido de dar carta blanca a los autores. El nivel que alcanzan es el que les exijo, con concesiones, claro. La veneración y yo no nos llevamos muy bien.
Como he dicho, animación exquisita y la peli es muy bonita y tal, pero hasta ahí.
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Tema: Sofá, manta y palomitas (Hilo del cine XXVIII) (Leído 155891 veces)