Hipe, sigo a tus pies
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Stan Lee y su hermano Larry Lieber, ayudados por Jack Kirby a los lápices y Dick Ayers a las tintas, nos presentan al científico Henry "Hank" Pym, quién ha creado un suero capaz de reducir el tamaño de cualquier objeto que toca (aparte de la propia probeta, se entiende ), además de contar con un antídoto.
Tal vez, en esos momentos, Reed Richards ya había inventado las moléculas inestables esas y le había prestado un probeta hecha con esas propiedades.
Tenemos aquí un número de Tales to Astonish, que había empezado su publicación tres años antes y como varias de sus series hermanas (Strange Tales, Tales of Suspense),se trataba de una antología de historias generalmente sobre monstruos o la más pura ciencia ficción. Y lo cierto es que en este punto seguía siéndolo, por lo que tras apenas empezar con esto vamos a tener que cambiar un poco el chip y tratar de valorarla como lo que es: un relato corto de ciencia ficción.
El primer número de Tales to Astonish, y también el de Tales of Suspense, fue publicado con fecha de portada de enero de 1959, aunque fue distribuido en septiembre del año anterior. Ambas series constituyeron un pasito más en la salida del túnel en el que había caído la empresa de Martin Goodman a mediados de la década de los 50, dentro del marco de la profunda crisis que afectó en esos momentos a la industria del comic-book estadounidense. A ver si pongo orden en mi cabeza y escribo algo sobre el final de Atlas Comics y los años previos al
nacimiento oficial de Marvel Comics Group, que es un tema que me apasiona. Mi memoria ya no es lo que era y hace tiempo que leí los libros y artículos publicados en castellano que tratan este tema. Aunque si alguien quiere empaparse de la historia de la editorial pronto tendrá una oportunidad perfecta, pues en marzo Panini publicará Marvel Comics: La Historia Jamás Contada de Sean Howe. Un pajarito que sabe mucho me dijo que cuenta cosas muy jugosas
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Un saludo,
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