He leído
Batman ECC Nº 20-23Retomo la lectura de la colección tras
anterior comentario. Además, creo que la lectura de estos números es recomendables tras el tomo
Batman: Año Cero.
Tengo un retraso importante en lo que a las series principales del murciélago se refiere, a ver si puedo ir remediando eso poco a poco. De todas formas, aunque parte de culpa es achacable al tiempo transcurrido entre las lecturas de las grapas de la colección, tengo que reconocer que Snyder da un pequeño giro a su etapa para contar el origen del personaje en consonancia con el Nuevo Universo, algo que a priori no me está llamando especialmente la atención. Y no solo por el hecho de que creo que no hace falta volver a contar una y otra vez aquello que ya nos contaron tan bien autores como Frank Miller en su Año Uno, sino, simplemente, porque además considero innecesario que el guionista aporte su nueva visión, incrustando ciertos elementos y loa haga a lo largo de una extensa saga que se divide en diferentes partes. Como viene sucediendo desde el principio de esta nueva etapa de Snyder en Batman, bajo mi punto de vista, peca de ambicioso, cuando esto se lo podía ventilar en un par de números a lo sumo y no en una extensa saga que abarcaría casi un año de colección, con el único objetivo de ofrecer una nueva visión actualizada del origen de sobras conocido, cambiando aspectos que más que aportara algo nuevo son en cierta forma perturbadores. Con lo bien que empezó esta etapa, creo que se va diluyendo entre tantas pretensiones.
Si hay algo realmente destacable es lo caótica que resulta la edición de ECC. Yo siempre he sido partidario de que ya que se va a incluir prácticamente todo en la grapa mensual, que por lo menos beneficie a la experiencia lectora. O lo que es lo mismo, alternar cada serie regular por arcos. Afortunadamente eso es algo que actualmente ya está solventado, pero en este tramo de la colección es especialmente sangrante, teniendo una extraña mezcolanza de historias y tramas que tampoco es que animen especialmente a la lectura. Casi parece que estén animando a los lectores a comprarse los recopilatorios para poder disfrutar de la lectura de las diferentes series, cuando en realidad lo que deberían hacer es apoyar las publicaciones en grapa, ofreciendo una lectura lineal de los contenidos y no un "contenedor" mensual en el que se lastre la lectura y asimilación de los arcos argumentales.
Comenzando con los contenidos de la serie titulada simplemente como Batman, seguimos inmerso en la etapa de Scott Snyder y Greg Capullo, donde lo que realmente me está dejando satisfecho es la labor del dibujante. Ya desde el inicio de la etapa me llamo la atención la positiva evolución del artista, pero a medida que voy avanzando en la etapa me reafirmo más en mi opinión. En cuanto al argumento, comenzamos con las incongruencias temporales, hablando de seis años, cuando ya sabemos que el marco temporal es lo de menos. Nunca entenderé porque se molestan en este tipo de detalles si no van a cuidar mínimamente la cronología, provocando un desconcierto en el lector y una innecesaria y fallida sensación de continuidad. Después, se muestra una Gotham arrasada, con unos extraños encapuchados y a Batman en un mundo que podríamos definir como postapocalíptico, que en nada tiene que ver con lo visto en el número anterior. Obviando la escena inicial, nos trasladamos a cinco meses antes y comienza la línea argumental titulada "Ciudad Secreta", que formaría parte del primer acto de origen. Sinceramente, aunque hubiese seguido la grapa mes a mes en el momento de su publicación, aquí veo un fallo narrativo importante, porque deja al lector desconcertado y sin saber que está pasando. Manda narices que sea el pequeño prólogo de la grapa el que explique que Batman se pone a rememorar sus primeros años como luchador contra el crimen. Snyder está tan ensimismado en su "historia más importante que la vida" que se olvida del lector y va a lo suyo. Creo que sobran las palabras...
Como decía al principio, es muy importante la lectura de Año Cero porque en aquel tomo se nos ponía en antecedentes sobre la banda de los capuchas Rojas, los cuales son el principal enemigo de Bruce en una época en la que ha regresado a Gotham tras una larga ausencia en la que se le considera muerto. Durante tres números americanos, Snyder nos presenta ese héroe novato que trata de poner en practica todo aquello que ha aprendido ocultando su identidad mediante diferentes rostros de fabricación casera, mientras la empresa es propiedad de su tío, el padre de su madre, el cual tiene como asesor a Edward Nygma, que ve a bruce como un peligro para sus planes y los de Philip Kane, a su retorcida manera.
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En esta primera fase del origen cabe destacar la sensación de derrota de Bruce, que en cada fracaso ve como se aleja su meta de la promesa que se hizo a sí mismo tras la muerte de sus padres. También queda reflejada la disparidad de opiniones al respecto de su "guerra" con Alfred, aunque este le apoyará siempre. Quizá lo realmente novedoso es todo el tema de los Kane, la familia materna de Bruce, que parece no ser demasiado querida por la ciudad, además de tener algún tipo de estigma social. Por otro lado, tendremos la presencia del Oswald Cobblepot antes de ser el Pingüino y las bases sobre las que se asentaría la vida criminal de Enigma. Realmente no se pueden decir que sean tebeos malos, pero tampoco es que Snyder esté inventando la rueda, por lo que quizá todo esto se lo podía haber ahorrado, sinceramente. Después, en esta edición plagada de contenidos, lo que sucede ne tres números da la sensación que transcurre en el doble. Y es que,. como ahora veremos esta historia queda fragmentada por diferentes contenidos que no es que hubiese que obviarlos, pero si haberlos ordenado de otra forma para que la lectura no fuese interrumpida constantemente por una u otra cosa.
Además, cada número de la cabecera Batman incluye una historia de complemento, escrita por Snyder y su discípulo James Tynion IV en la que nos narra momentos concretos en los que Bruce aprende una habilidad. Tenemos el donde aprendió a conducir, cómo aprendió tanto de tecnología, o su aprendizaje a pelear en lo que se denomina el foso. El dibujo corre a cargo de Rafael Alburquerque, con el que coincidió en American Vampire (si es que la serie ha concluido ya), cuyo estilo contribuye muy bien a trasladarnos a ese otro tiempo en el que transcurre todo. Tan entretenido como intrascendente o innecesario. En definitiva, en la tónica general de lo que ofrece este primer acto de la saga en cuestión. Ni más ni menos.
Después tenemos una tanda de episodios correspondientes a Detective Comics, la cual también está dividida en varias historias, añadiendo más contenidos a esta ensalada argumental que supone casi un suplicio leerla en grapa. Por un lado está el serial protagonizado por Man-Bat, que enlaza con otras historias de complementos que ya ofreció la serie ne números anteriores, escrito por John Layman y dibujado por Andy Clarke. A mí me gusta el dibujo, creo que encaja muy bien con el tono en clave de horror de la historia. La historia no está mal, porque intenta profundizar en el miedo de Kirk Langstrom en convertirse en esa bestia que no puede controlar y que suponga un peligro para los habitantes de Gotham. No obstante, entre su periodicidad, no demasiado regular, de hecho está inconclusa de momento, y el giro que nos lleva a un punto que ya hemos visto anteriormente y que nos retrotrae a la etapa dibujada por Neal Adams, pues la verdad es que le resta enteros en originalidad y en interés. Entretenida sin más, pero añadiendo más y más lastre a una edición mal estructurada se mire por donde se mire.
La historia principal de Detective Comics también está escrita por Layman, pero cuenta con el dibujo de Scott Eaton, que para mí es una debilidad. Me gusta mucho ele estilo de este autor, y su trabajo en el bloque presentado en estos números. Comenzamos con una historia más o menos autoconclusiva, pero totalmente deudora de Año Cero, aunque más bien podemos considerarla como un prólogo. Se recupera a Harper Row, como si se quisiese jugar con la posibilidad de indicarla como la próxima Robin, además de una vieja conocida de Bruce que se ha convertido en criminal,
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Después entramos de lleno en una trama que supone el debut de un nuevo villano, que presenta ciertas similitudes con Batman. De hecho,
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El objetivo de este villano son los policías, a los cuales va asesinando, creando cierta desconfianza el cuerpo hacia Batman, mientras este parece seguir teniendo el apoyo del comisario Gordon. En medio de todo esto se nos cuela el segundo anual de la serie, que conecta un poco con la historia del villano, mientras se introduce a una ladrona capaz de disfrazarse y mimetizarse de cualquier persona. De ese modo, adquiere la identidad de personas muertas para cometer robos y otros delitos. Ira la contrata para que se infiltre en la comisaría.
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La historia del anula me ha gustado bastante, incluso todo lo que está trazando Layman en Detective Comics me parece interesante y bien dibujado. Pero con este caos de contenidos, la verdad es que la sensación de que todo ocurre en un mayor espacio de tiempo no beneficia a la lectura. Por cierto, el anual se completa con dos relatos más sobre Jane Nadie, que exploran su posterior encarcelamiento en Arkham y como afecta todo esto a Bullock, así como nos muestran que sucedió entre ambos durante un momento intermedio de la historia.
Finalmente, tenemos el segundo anual de Batman, en el que Snyder cuenta con el apoyo de la guionista novel Marguerite Bennet y con el dibujante Wes Craig. El artista no lo hace mal, pero prefiero a Capullo, como en la serie regular. Argumentalmente me ha gustado más, aunque suponga otro pequeño alto en el camino para la trama central de la serie. La historia narra como en su primer día de trabajo, un celador de Arkham asiste a una prueba de seguridad en la que participa Batman, mientras se escapa una reclusa: Anacoreta. De nuevo se añaden más elementos a los primeros años del personaje, aunque debo reconocer que este al menos es interesante, ya que intenta exponer que la irrupción de Batman no fue positiva para todo el mundo, hubo quien se sintió perjudicada como veremos a lo largo de la historia, lo que en alguien perturbado pues acaba en odio y deseo de venganza. Además, al personaje de nuevo cuño le rodea cierto aura de dramatismo que encaja muy bien con el escenario y que se plantea en esta historia. Yo creo que los alumnos de Snyder superan generalmente al maestro. Este es un nuevo ejemplo de ello.
En definitiva, ensalada de historias, para una etapa que sigue lastrada por la edición. También es cierto que Snyder se ha metido en un berenjenal innecesario, para que negarlo, pero todo se magnifica en una edición donde impera el caos y mantener una estructura lineal de los argumentos es un poco complejo. Algo que ya sucedió en el El Tribunal de los Búhos, pero en menor medida. Lo peor es que aún quedan muchos números y, como espero ir mostrando, tendremos que hacer muchas paradas en el camino a lo largo de la etapa. Una auténtica locura y un desafío al lector.
PD: Mi enhorabuena si alguien ha sido capaz de llegar hasta el final del mensaje.