En mi opinión, que no tiene que ser más ni menos porque sepa dibujar.
A los grandes, grandes se les ve a la legua que lo son, no hay discusión posible, al menos ahí el cómic tiene algo ganado con respecto a otras disciplinas que emplean la imagen, pero ese es un tema que no toca aquí.
Esos referentes cumplen (aunque no esté de acuerdo con la existencia de "talento") los puntos que mencionaba Ignacio, aunque creo falta uno que los autores suelen obviar (los editores no), la respuesta del público. Autores como Milgrom, Bagley o similares, no producen un amor-odio polarizado Barça-Madrid. Creo que se mueven más bien en una zona gris en la que no molestan, eso, siendo cumplidores en las entregas y simpáticos les serviría hasta para ascender a ministro con Rajoy.
Por otro lado, a mí me parece importante no perder de vista lo que son y a quién van dirigidos los cómics Marvel, desde sus inicios hasta que se empezó a poner de moda el rollo anti-héroe o la proliferación de hipertrofiados musculares y dentales.
Yo los veo, esencialmente destinados a un público infantil y adolescente, por supuesto hay obras que pueden ser disfrutadas desde una perspectiva más adulta encontrando elementos que un crío aún desconoce.
A nivel gráfico, aunque fuera deseable, no es imprescindible contar con dibujantes excelentes para "entender" y disfrutar el cómic, porque la experiencia es completada por el espectador.
Cualquier niño friki marvelita ochentero, aparte de los cómics, lo fliparía jugando con los muñecos de las Secret Wars.
No se pondría exquisito con las limitaciones que pudieran tener (articulaciones, fidelidad con el cómic, etc), aunque supiera verlas las pasaría por alto en cuanto empezara a disfrutar jugando.
Por poner un ejemplo de un cómic que releía ayer
Paul Neary, dibujante discreto donde los haya a mí me hizo disfrutar siendo un crío en este número con la escena del breve entrenamiento, simplemente porque el Capi me flipaba. A día de hoy es sencillo ponerse a darle palos cogiendo cuatro viñetas.
Sin embargo, me gusten más o menos, les tengo respeto porque años después me siguen pareciendo autores humildes y honestos, cosa que cuesta encontrar en los dibujantes actuales que tengan sus mismas limitaciones.
Lee podría haber sido mil veces mejor de lo que era, a día de hoy es el CR7 del cómic