Y al final resultó que no era Alicia... aunque eso no fuera idea de Byrne. Pero de todos modos, fue algo gradual, argumentado y justificado, no de un cómic para otro.
Bueno, pero lo que quiero decir es que la idea de Byrne (que por supuesto para él sí que se trataba de la auténtica Alicia) no era algo tan descabellado. Alicia, que se supone es una persona bastante solitaria (recordemos que había vivido casi toda la vida bajo la sombra protectora de su padrastro) pierde a su novio, posiblemente para siempre (por no decir que éste prefiere abandonarla para quedarse en un plantea alienígena), y termina enamorándose de su mejor amigo (uno de los pocos chicos que conoce con edad similar a ella, mientras que Ben es un hombre más maduro).
Por supuesto se trata de un recurso melodramático para explotar el conflicto entre los personajes cuando Ben decida regresar a casa. Puede gustar o no gustar, pero no es inverosímil si está correctamente tratado. Desde luego me parece más razonable que liar a Alicia con Reed y que ambos se fuguen juntos dejando a Sue abandonada.
En cambio tenemos a una Gwen Stacy que se nos había mostrado como un ser adorable y angelical (así la consideraban tanto Stan Lee como Gerry Conway, los escritores de la época), que le da por enrollarse con Norman Osborn tras una discusión con su novio (un Norman Osborn que, incluso fuera de su identidad de Duende Verde, se nos había retratado como una persona bastante desequilibrada y detestable, es decir, que es totalmente "normal" que pueda "conquistarla").
Incluso aunque pudiesemos admitir ésto (que parece bastante inverosímil pero, chico, todo el mundo tiene un error), luego está la increíble barbaridad de que se queda embarazada de gemelos, los tiene en secreto sin contárselo a Peter, y encima Mary Jane que conoce este hecho terrible no se lo cuenta a su marido hasta pasados varios años... En este momento yo no sabía si se trataba de una broma o si el escritor pensaba directamente que los lectores somos retrasados mentales.