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Pues me he leído
Astro City Nº 8: Estrellas resplandecientes.
La verdad es que todo el tomo me ha gustado bastante. He de reconocer que me encantan las historias cortas de Busiek, normalmente muy humanas y siempre valientemente esperanzadoras, y que te suelen dejar un buen regusto en el paladar.
La primera historia de
Samaritano, tiene, para mí, uno de los episodios con el dibujo más bonito e imaginativo de toda la serie. Me ha sorprendido el alto nivel de brett Anderson en este número. Argumentalmente, este número nos pone en un serio aprieto, ya que si el adversario de Samaritano,
Infiel, se supone que es todo lo contrario a él, su alter ego, "el malo de la peli"... ¿cómo odiarle cuando sabemos que, a fin de cuentas sólo está intentando recuperar su hogar? Más aún cuando descubrimos que Samaritano es capaz de poner en peligro a un ser humano. Aquí no hay blanco y negro, el bien y el mal se confunden en un gris turbador.
Por otro lado, una cosa curiosa que me pasa siempre que Samaritano es el "prota" del episodio, y el #1 de la colección es un claro ejemplo, es que aun siendo el más cercano a un dios por sus poderes, es a la vez el más humano. Mientras Alan Moore (por poner un nombre) nos propone un superhombre cada vez más alejado del mundo terrenal, léase
Dr. Manhattan o
Miracleman,
Busiek, por el contrario, lo "superhumaniza".
"Bonita" me encanta. Como trata de encontrar sus orígenes es muy interesante a la vez que cruel para el lector. Busiek consigue dar un giro de tuerca más consiguiendo humanizar una mente sin emociones y que solo quiere respuestas en la búsqueda desgarradora de su creador. A pesar de que ella es un robot, y de que tiene métodos "ocurrentes" para manejar los problemas, todavía se la siente muy humana. Pura contradicción, que por supuesto no es tal. Hace poco Tom King llevó mucho más lejos esta idea con su Visión (El mejor comic súper heroico que he leído este 2017).
"Astra" por comparación con el resto de historias, puede parecer a un nivel inferior a las anteriores. Pero solo por comparación, sigue estando por encima de la media, mostrándonos en pocas páginas toda la adolescencia de Astra, que podría ser equiparable a cualquier adolescente de su edad (salvando las distancias, evidentemente), con las elecciones que marcarán su vida, seguir o no con un novio, elegir universidad, hacer lo correcto, no perder la perspectiva... El paso de la adolescencia a la madurez, o la soledad que puede causar una infancia vivida siendo el centro de atención, o todo ello desde un prisma cósmico muy bien dibujado.
"Agente de Plata". El fin de la primera época de Astro city. Con él cerramos todos los arcos abiertos con anterioridad, pero, y coincidiendo con "Oskarosa", le falta algo. Aunque hay una perfecta relación entre lo épico y lo íntimo, aunque se llenan las lagunas, hay algo que falla, hay un tono mesiánico e inmaculado que me chirría un poco. Me encanta que nos cuente a pinceladas su vida, porque te deja con ganas de saber más, me encantan esos pequeños hilos con que teje y entrelaza las vidas de los que le rodean, o ese "te quiero" a su sobrino justo antes de desaparecer, que es contestado 40 años después con un "yo también te quiero".