He leído Batman
Black and White Vol. 4.
Rescato el comentario de
fanpiro y ampliamos un poco la información a partir de él, aunque sintetiza muy bien lo que nos encontramos en este recopilatorio.
Me acabo de terminar la cuarta antología de Batman: Black & White y me ha gustado mucho. Hay grandes nombres entre los autores, además de otros con los que no estoy tan familiarizado. Hay de todo: historias trágicas, cómicas, surrealistas, nostálgicas... Quizá la que menos me ha gustado es Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
, no me acaba de encajar nada de nada. Luego hay algunas historias muy interesantes desde el punto de vista de Dick o las siempre interesantes Harley Quinn y Hiedra Venenosa Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Si hay algo en lo que coincido plenamente con mi compañero es en que el tomo es una muy buena lectura. Sus predecesores también lo fueron, no cabe duda, pero este me ha parecido especialmente bueno. Esto es debido al sentido homenaje que hacen los autores al relato corto y autoconclusivo. A día de hoy, parece que cualquier historia deba ser más grande que la vida y necesite miles de páginas para tener una gran calidad. Un plantel de artesanos del cómic demuestra que eso no es así. Además, utilizan uno de los grandes iconos de la cultura pop para explorar las distancias cortas. ¡Y de qué manera!
A lo largo de las casi trescientas páginas del tomo podemos ver como multitud de géneros se dan la mano para dejarnos un puñado de relatos muy interesantes. Cabe destacar el carácter crítico o aleccionador de muchas de ellas, en un claro homenaje a las historias de la editorial Warren, de las que el propio editor admite sentirse influenciado para realizar este proyecto. Podemos apreciar como los diferentes autores buscan la crítica social como herramienta. La pobreza y las drogas quizá sean las principales protagonistas en estas temáticas. Tampoco olvidan el género negro, el romance, incluso la comedia al estilo de la serie de televisión protagonizada por Adam West. Y es que ese es otro rasgo característico de esta antología: diferentes encarnaciones del personaje, en distintos momentos de su cronología, desde multitud de puntos de vista. Da igual ver al Batman inspirado por Bob Kane que al de Neal Adams o al de cualquier otro dibujante que haya establecido un punto de inflexión a la hora de representar al Cruzado de la Capa. Todos tienen perfecta cabida aquí, complementando estilos y modas con unos relatos impregnados de fuerza y solidez.
Prácticamente todas las historias son buenas, quizá haya un pequeño porcentaje que roce la mediocridad, pero acaban enterrados entre una cantidad tan elevada de relatos que prácticamente parecen surgidos del cómic independiente, que apenas influyen en la valoración final. Hay mucha revolución en la narrativa gráfica, bastante reflexión en cuanto al personaje y su entorno, algunas historias son realmente sofisticadas, pero sobre todo tenemos arte; muchísimo arte. Y esto no lo digo como una banalidad, sino todo lo contrario, los autores no temen romper las reglas en ningún momento, mostrando una libertad creativa abrumadora. Seguramente porque se encuentran en el entorno perfecto para ello, pero es obvio que esto no sería posible si no tuviesen talento. Ver a Neal Adams a lápiz, a pesar de su edad, es realmente fascinante. Lo mismo ocurre con Mike Alldred, Lee Bermejo, Chris Samnee, Rafael Alburquerque, Javier Pulido y el mismísimo Adam Hughes, los cuales saben potenciar el glorioso blanco y negro, lleno de luces y sombras, dejando claro que el color no es algo totalmente imprescindible a la hora de realizar un cómic moderno. Dibujantes de primer nivel dispuestos a darlo todo (o casi todo) en un espacio reducido de páginas, cuyo resultado es una pequeña maravilla.
Esta simbiosis entre el argumento y el dibujo, aunque a veces el autor sea el mismo, es la clave de que este recopilatorio sea tan bueno y tan recomendable No solo a los amantes del personaje, que también, sino a los aficionados al relato corto de calidad y al cómic como medio de expresión sin grandes alardes, pero con un interesante trasfondo, capaz de contarnos una buena historia sin importar quién sea el protagonista o el género de la misma. Porque, haciendo honor a la verdad, Batman no es siempre el foco central, pero llegados a cierto punto, eso no importa demasiado. Lo realmente relevante es la historia; y si realmente es buena con más razón aún.