Como veo que nuestro amistoso vecino
Christian-Spi ha empezado a leer Aniquilación (
), a
Hiperion le gustan mis comentarios (
) y ya he terminado la lectura del tomaco, acabaré de comentarlo.
La última miniserie previa a la principal tiene a Ronan el Acusador como protagonista. En mi opinión, es la más flojilla de las cuatro, y con cierta diferencia. La premisa de la historia, la situación personal de Ronan (que tiene sus paralelismos con la del Superskrull) y su travesía del desierto, podrían haberse explotado mejor.
Esta miniserie, como las anteriores, recupera a otros personajes del Cosmos Marvel, casos de: Gamora, Cereza, Nebulosa (la Nébula de Stern, pasada por los ignominiosos años 90), Tana Nile y el noventero y tomdefalcoso Devos el Devastador (amiguito de otro noventero y tomdefalcoso: Paibok el Energo-skrull, que aparece en la miniserie de Drax).
No es que la nueva situación de Gamora no sea interesante, pero echo en falta una explicación de cómo llega ahí. Y Cereza... Recuperar a Cereza, a la divina Cereza de Alan Davis, para convertirla en esto, debería estar penado por la ley, y con penas ejemplarizantes. Por su parte, a la Nébula de Stern ya la habían destrozado con anterioridad.
Lo de Glorian no me ha enganchado, la verdad. Y, en fin, la miniserie me parece algo deslavazada.
Por fin, llegamos a la miniserie central del megaevento:
Annihilation. Es la más larga y la mejor (con permiso de la de Nova). Giffen, aquí sí que da el do de pecho. Está mucho más inspirado que en su Thanos y en su Drax, y muchísimo más que en su Estela Plateada. Esto sí es la madre de todas las guerras galácticas, con su épica y su dramática, como Eternidad manda. En la historia, como no podía ser de otra manera, confluyen los personajes y las tramas de las miniseries precedentes. El dibujante, Andre Divito, es perfecto para la historia.
Giffen acierta al escoger al narrador omnisciente. Bueno, todo lo omnisciente que puede ser el amigo Rider. Starlord sigue a su (nueva) bola, al igual que (el nuevo) Drax. Es Giffen, y es por eso que nos mola tanto, y le perdonamos cosas que nunca perdonaríamos a Bendis.
El nuevo Drax se sale, especialmente en su relación con la cría insoportable y en su vieja, muy vieja, motivación. El momento Drax/Thanos es muy bueno.
De Dragón Lunar y Phyla-Vell, recuperadas aquí, sólo escribiré tres letras: PAD
. Bueno, también lo puedo expresar en ocho palabras: Hay que leer el Capitán Marvel de PAD.
Lo que no me podía imaginar es que a Gamora le molasen los
toy boys. Porque hay que reconocer que su nuevo amante es un niñato que entra perfectamente en la categoría. Un niñato con suerte, todo sea dicho.
Ronan y el Superskrull son la extraña pareja, y el imperio Kree nunca volverá a ser igual (como en anteriores y posteriores, y muy variadas, ocasiones).
Eradica, Extermina y Extirpia, concubinas de Annihilus, son de lo más inquietante. Y, en el fondo, este pedazo de insectoide de la Zona Negativa nunca había tenido tanto peligro como aquí, enviando su Oleada Aniquiladora al universo donde residen nuestros queridos personajes cósmicos.
Le voy a poner dos pegas a la historia. La primera hace referencia al papel de Thanos. No es que Giffen no justifique sus acciones, lo hace, pero creo que debería haberlo explicado un poco mejor, teniendo en cuenta lo que Starlin y el propio Giffen habían mostrado en su serie regular previa. Y la reacción de Dragón Lunar cuando Thanos se le aparece, no me convence. A los números de Starlin en el segundo CES de Thanos me remito.
La segunda pega, ya la comenté en mi anterior mensaje. ¿Alguien puede explicarme por qué Estela toma la decisión que toma en su miniserie y mantiene durante el resto del tomo? Más allá de que fuera una decisión de Giffen o del editor de turno. Nova dice: “Estela Plateada vuelve a estar donde pertenece”. Quizá, se me ha escapado algo, pero en todo caso, no me convence.
En resumen, la historia me ha vuelto a atrapar desde el primer segundo y he gozado de ella hasta su final.
La última miniserie es la más variopinta e irregular, por contenidos. Muestra la situación en la que se encuentran algunos de los Heraldos de Galactus. Terrax se cree el Indómito. Polvo de estrellas sigue siendo raro que te cagas. El Señor del Fuego sigue tan impetuoso como siempre, como la fuerza elemental que domina. Y Estela Plateada... Bueno, Giffen cierra la trama de los dichosos dioses proemios, termina de perfilar el origen de Skreet, y el protagonista permanece en su renovado rol de sumiso.
Tras Aniquilación, DnA iniciaron su muy interesante serie regular de Nova y, a la vuelta de la esquina, se situaba una nueva amenaza cósmica: Aniquilación: Conquista.
¡A mí dadme Cosmos Marvel! ¡Y dadme ya el 2º CES de Genis!