JAN, SUPERLOPEZ Y PEREZ NAVARRO.
La historia de Jan y Francisco Pérez Navarro es larga y a veces ha tenido altibajos. Ambos han colaborado desde mediados de los años 70 en obras como Heidi, Marco, Superlopez o Nosotros los Catalanes. Como mucha gente sabe, los primeros tres albunes de Superlopez tuvieron guiones de Perez Navarro, pero luego Jan pasó a ser el autor completo guionizando. Fue decisión de Jan, pues le gustaba más dibujar sus propias historias. Hay un consenso bastante generalizado que dice que los primeros seis o siete albunes de Superlopez son los mejores, y que lo de despues es "otra cosa". Según declaró hace poco Perez Navarro:
Evidentemente, cuando hago un guión y lo entrego, mientras se dibuja tengo tiempo para hacer otro… o para redactar una idea, una sinopsis, un argumento –como quieras llamarlo– del siguiente. Entonces, sí que hubo tres o cuatro ideas, más o menos esbozadas, más o menos pormenorizadas, que le había pasado a Jan para que opinara y eligiera el orden. Y alguna de ellas sí la desarrolló a su manera. Seguro que un experto en Jan –y en mí… si lo hay– puede deducirlo fácilmente.
Muchos años despues, el Supergrupo y Perez navarro volvieron en una serie de albunes de Superlopez. El acuerdo era que de cada tres albunes de Superlopez, uno debia de ser del Supergrupo, porque resulta que vendian mas y las ventas de Superlopez habian ido bajando poco a poco en los ultimos años. Este acuerdo no dejaba muy satisfecho a Jan, y en cuanto ha podido, ha llegado a un acuerdo con los nuevos editores de Ediciones B para terminar eso, asi, según cuenta Perez Navarro:
Ha sido decisión personal e intransferible de Jan. ¿El motivo?… No lo sé. Tuve que enterarme por la editorial que, me repito, no estaba de acuerdo con su decisión, pero… intenté averiguar los motivos cuando nos vimos por primera vez después de enterarme –fue en la presentación del libro dedicado a los 100 años del TBO–. Me preguntó si estaba enfadado y le respondí que “Sí, claro”. Y antes de poder decirle que era porque las formas no me habían gustado, que podría habérmelo dicho él en persona, me dio unos golpecitos en el brazo, sonrió, se dio media vuelta y se alejó, dejándome con la palabra en la boca.