A mí La broma asesina me gustó.
No me pareció (ni de lejos) la obra maestra que me habían dicho que era, pero gustarme me gustó.
Sí es eso. Malnostá. Tiene sus momentos y con ese dibujo, diría que es uno de los Jokers definitivo visualmente.
Ahora bien, no es EL Joker, ni de lejos. Ese EL Joker, es el de Dini, por ejemplo. El de Englehart. El de Brubaker nostamal.
En este, su mejor escena (muy buena) es la de cuando compra el parque de atracciones. Esa es su escena más pura y destilada.
Algunos dirán la broma final, el chiste, pero, siempre me ha parecido un gatillazo.
Pero después de todo, como hemos comentado mil veces, es que no puede ser de otra manera:
Cuando haces una historia de encargo, que no te apetece, propuesta por otro, hecha en dos días, de un personaje que no te interesa lo más mínimo, ni conoces, es que lo que es un milagro es que la cosa se tenga en pie a ratos, que si lo hace, es por el talento bruto del barbas y el magistral dibujo de Bolland.
Pero vamos, hay que joderse, si con todo eso encima, coge y le sale un POM como una casa, apaga y vámonos.