He leído
Marvel Deluxe Lobezno Nº 7: La Mano Derecha Roja.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Avanzamos en la etapa escrita por Jason Aaron que, tras la lectura de este tomo, confirmo que ha perdido mucha fuerza. Seguimos con una lectura entretenida, pero la figura de Lobezno comienza a ser imparable, inmortal, un asesino sin escrúpulos y un partebragas fenomenal. Que no digo que todo esto no forme parte de Logan, pero desde luego no como lo plantea Aaron, que bajo mi punto de vista ha perdido el enfoque real del personaje. No obstante, sigue siendo una lectura amena y tiene algunos giros en el argumento que muestras destellos de la genialidades típicas del mejor Jason Aaron, pero sigo pensando que se regocija demasiado en la sangre y la acción, aunque en esta ocasión sí que podemos decir que había un objetivo claro en mente, cobrando un nuevo significado todo lo que ha sufrido Lobezno a lo largo de las últimas entregas de la colección.
Comenzamos con un especial del .1, que aborda la relación entre Logan y Melita Garner, quizá lo único verdaderamente sólido en toda esta etapa del escritor de Alabama. Todo gira en torno al cumpleaños sorpresa del canadiense, organizado por su novia, en el que se reúne gran parte de la plana mayor del Universo Marvel. Como no podía ser de otra forma,
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La historia no está mal, creo que Aaron funciona mucho mejor en las distancias cortas. El relato autoconclusivo se le da genial y es algo que ha demostrado no solo durante su permanencia en esta serie, sino incluso en otras obras como Scalped. Es un escritor especialmente capacitado para este tipo de historias, es en las de largo recorrido donde acaba patinando en ocasiones. El punto negativo recae sobre el trabajo del dibujante Jefte Palo (no sé por qué siempre he pensado que era Jeff), cuyo estilo no me gusta nada. Si bien es cierto que otorga al relato un tono oscuro propio del tono de la trama esas desproporciones anatómicas y faciales me recuerdan demasiado a los noventa. Desde luego, no podían haber elegido peor al dibujante.
A continuación retomamos la epopeya de la serie regular dedicada ala venganza, donde Logan carga contra sus nuevos enemigos: La Mano Derecha Roja.
fanpiro lo explica muy bien en el prólogo. Por un lado, tenemos a Lobezno haciendo frente a un enemigo tras otros hasta llegar frente a frente a su verdadero oponente, mostrando similitudes con las fases de un videojuego o el típico argumento de una película de artes marciales. esto no es baladí, ya que recordemos que hubo algún guiño a
Operación Dragón, no me extrañaría en absoluto que esto sea algo similar pero con
Juego con la Muerte, la que sería la última película de Bruce Lee, que ni siquiera pudo terminarla, muriendo durante el rodaje. A medida que avanzaba en la lectura la verdad es que no le veía mucho sentido a la historia, incluso me pareció algo cansina. Bajo un mismo patrón, pelea tras pelea se nos va revelando a algunos de los miembros de esta organización que en el pasado han sufrido a manos de Logan y llevan toda la vida intentando devolverle el golpe. Realmente no es hasta la parte final, con un giro muy interesante y retorcido, cuando consigue que valore un poco más positivamente el arco argumental, a pesar de que llega a su conclusión con un perfil bastante bajo. Y es que ver a Lobezno casi como un arma indestructible me parece algo surrealista. Tiene un poder de regeneración increíble, pero visto aquí llega a unos niveles muy exagerados. Si bien es cierto que Aaron hilvana de una manera brillante gran parte de su pasado con hechos luctuosos que conectan con esta obsesiva venganza, vuelve a suceder lo mismo que en el anterior volumen recopilatorio, donde el
leit motiv es un concepto vacío, más allá del motivo que impulsa a la historia, reflejado en un odio ciego por el dolor de una pérdida. La espada del Inmortal, por ejemplo, aborda desde muchas perspectivas diferentes el concepto de la venganza, y en todos lo hace con una mayor profundidad que la que muestra aquí Aaron, cegado en la acción, la sangre y el ritmo trepidante, hasta llegar al punto de saturar al lector de la capa más superficial de las artes marciales. Esta saga, unida al largo
road to que nos ha llevado a este punto, tiene potencial para explorar muchos aspectos de la personalidad del personaje, pero el escritor se queda con lo más básico, centrado en el entretenimiento puro y duro. Que no es que esté mal, pero dedicarles tantas páginas a la venganza, en ambos sentidos de los protagonistas, y explorar sus posibilidades, me parece un resultado pobre de todo esto. Eso sí, la lectura es sumamente entretenida, tanto como insustancial, todo hay que decirlo. Además,
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En el apartado gráfico continúa Renato Guedes, que a mí me gusta bastante. Quizá tiene ciertas irregularidades y hay algunos aspectos que podría pulir en su estilo, pero en líneas generales está bastante bien. Aunque debo reconocer que aún me gusta más el trabajo de Goran Sudzuka, el dibujante de los dos últimos números del tomo, que tiene un toque clásico que incluso me recuerda a Romita Sr. en algunos momentos. Por lo menos, lo del primer episodio fue solo un espejismo...
Como decía al principio, Aaron está mucho mejor en las distancias cortas, de ahí que los dos números autroconclusivos que sirven para cerra el tomo sean lo más interesante de todo el volumen. Con alusiones a historias clásicas del Universo Marvel, Aaron narra un epílogo en dos partes en el que Logan intenta dejar atrás su vida para dejarse llevar por su lado salvaje, en lo que sería un intento de redimir sus pecados. A su vez, Melita demuestra en una nueva ocasión que es sin duda la mujer perfecta para Logan, pero él aún no se ha dado cuenta. Desde luego es la novia más estable emocionalmente que ha tenido que yo recuerde, espero que Aaron no cambie eso más adelante...