Acabo de releer La broma asesina.
Como suelo ser una persona razonable, a la que le gusta argumentar hasta la nausea, se me ha ocurrido iniciar un viaje y compartir esta relectura con quien pueda estar interesado. Por supuesto, ni que decir tiene, que si no has leído nunca este cómic de Alan Moore y Brian Bolland de 1988, no deberías seguir leyendo, y ya que estás, vete a comprarla que ha llovido lo suyo desde que salió.
Nos centraremos únicamente en la trama y caracterizaciones, tampoco me voy a poner muy exquisito.
Así pues, comenzamos este viaje que he dado en llamar:
Por qué no me gusta La Broma asesina
1-: Batman en Arkham. Será quien sea, pero ese tío no es Batman. Ese hombre ratón que se acerca a su mayor enemigo para charlar, como quien habla con un amigo de la infancia, que llegado el momento le coge la mano tiernamente incluso, y que cuando se enfada dice cosas como "llorica baboso", en una impostura amanerada y falsa, que no me extraña que ponga en duda a veces su orientación sexual. Demasiado rígido, artificial, tenso. Como la imagen distorsionada de quien ha oído hablar de Batman de oídas o cree que es esto lo que se cuenta.
2-: Ese Joker llorón y frigorífico, inane, pusilánime, calzonazos, idiota y bueno para nada, más blando que una barra de mantequilla en medio de la acera en pleno agosto, será quien diga Moore que es, pero el Joker seguro que no. Sobre esto se ha hablado ya tanto, que no merece la pena recalcarlo más. Ese tío ni es ni nunca ha sido el Joker. Es científicamente imposible. Como decir que Pepe el del Madrid era uno de la tribu de los Brady. Que no.
3-: Todos suponemos que el Joker es cirujano neuronal mínimo, porque sino, no se entiende que nada más disparar a Bárbara, empiece a saltar chistes de minusválidos como un descosido. A ver chaval, que le acabas de disparar y en la mayoría de casos, los mejores especialista tardan lo suyo en dictaminar si una herida, disparo o impacto, han dañado la columna o los nervios del paciente. Moore chico, ya sabemos que tenías ganas de soltar el gag de lo más relevante de tu historia al postrar a Babs a la silla de ruedas, pero el ansía viva te ha podido aquí. Vaya metida de pata de novato del 15.
4-: Lo dicho; alguien ha matado a Bruce Wayne y se ha puesto su capa. ¿La escena del hospital con Bárbara? Soy yo ella y le parto la cara. El palo que tiene metido en el culo este impostor tiene que llegar al metro veinte. La cara debe estar sujeta con cera, si no no se entiende que tengas esa actitud de gilipollas al estar a solas con una de tus principales amigas que se acaba de quedar jodida. Por cierto, se confirma que lo que el Joker vaticinó nada más disparar, el especialista ni siquiera lo sabe seguro. Grande el payaso cirujano.
5-: El plan de la banda del patio tiene que ser el más imbécil jamás orquestado. ¿Para qué llevan al "Joker"? ¿De qué les sirve? ¿Cómo planeaban cargarle el muerto si no había gente, y si la había, que obviamente no sirve para nada y mueren acribillados, para qué lo llevan? Si no sabe por dónde va ni hace nada. ¿Y la Capucha? Ya; para cargarle el muerto. Pero si no había nadie, para que la lleva, y si había alguien, por qué mueren acribi...En fin.
6-: Locura express. Creo que la escena de conversión del "tío ese" en "el Joker", es la tontería más gorda que se ha hecho nunca en el origen de un villano, más en plenos 80. ¿Te vuelves loco por qué exactamente? Tu esposa muere y sigues, te coaccionan al atraco y sigues, te dispara la policía y sigues, te encuentras a Batman (oh sí, que mala bestia mal educada y mastica niños que sale en media viñeta a través de tus ojos de forma ridícula y que te saluda con un "volvemos a encontrarnos". Jodidamente aterrador, sí) y sigues, y la gota que colma el vaso es...que se te ha puesto el pelo verde. Prrttt. Vale. Pues dale.
7-: Batman saca una probeta del cinturón para combatir el ácido que el Joker le lanza. Sin comentarios. Hola, ¿Son los ochenta? Ha llamado Adam West, que le devolváis las tramas.
8-: Ay. Llegamos al peor monólogo del tebeo. Un "Joker" horriblemente lúcido sermonea a Batman sobre la locura tal o la locura cual. Un "Joker" que de nuevo es de todo menos Joker. Un loco que se define así mismo como loco y que no hace ni dice ninguna locura. Más bien parece un vendedor de seguros. La locura de boquilla. Un "Joker" que no habla como un psicótico, que no hace bromas de bebés cercenados, ni de castraciones con agujas, ni de fetos malformados, ni del cáncer, ni de nada parecido. Un "Joker" aburrido, pagado de sí mismo, idiota, y terriblemente vulgar. Un "loco" sin magia, sin mística, sin simbolismos ni caos alguno, un miembro de la ONU que ha venido a dar un discurso. Simplemente...a este tío también le han pintado la cara de blanco y lo han plantado ahí. Pero de Joker tiene poco.
9-: El célebre chiste del charco. Creo que son las peores páginas de todo el cómic. Leer a este "Joker" contar el chiste tartamudeando y con una lucidez impropia ni siquiera de Dos Caras, da mucha pena. Es como oír contar un chiste a alguien que no tiene ni puta gracia. Sonríes incómodo e intentas seguirle el hilo como si no lo estuvieras pasando mal. Como si no te diera cierta vergüenza ajena. Pero aquí el "Joker" sigue y sigue. Demostrando que es exactamente el mismo que vemos en el flashback (de "uno de tantos orígenes posibles" mi ciruelo, porque al final del cómic el "Joker", acaba hablando exactamente igual que el sosias de su alterego humorista. Palabra por palabra, lo que valida que Moore da esa historia por buena...historia que además ocupa la mitad del cómic, como para no ser la que da por buena el barbas, vamos...). Ese Batman cercano, amable, al que solo le falta invitarle a una taza de café con galletas. Que cariñoso oye. Más que con Babs y Gordon. Por favor. Ni que fuera el encargado de un comedor social. Batman no le ha hablado con esa ternura al Joker en la vida, y menos después de dejar en silla de ruedas a una de sus mayores amigas y aterrorizado y humillado al padre de esta. Solo hay que irse a otros encontronazos del murciélago, para ver cómo reacciona cuando uno de sus sparrings ocasionales se pasa de la raya y la lía parda. Las hostias vuelan, y un Bruce con los dientes apretados como Liefadas, no para de machacar hasta que el otro cae hecho un guiñapo. La conversación última entre "Joker" y "Batman" es tan artificial y falsa como puede serlo. Un broche final perfecto para este cómic.
10-: Y al final la terrible conclusión: Entre viñetas de golpes de pim, bamf, bum, y cuadros homenajes a la batfamilia, vemos la terrible verdad de este tebeo. Estimado señor Moore; no tiene usted ni repajolera idea de lo que es un cómic de Batman. No conoce a Bruce Wayne, no conoce al Joker, ni conoce nada del universo del murciélago. Un crío de 12 años que hubiera visto entera la serie animada de los 90, podría hacer sin duda un mejor trabajo de caracterización y un cómic más fiel al universo del murciélago. Esto es la visión aburrida y distorsionada de una persona a la que se la trae al pairo este rinconcito de DC, que hizo este trabajo por sugerencia e insistencia de su dibujante, y que no ha comprendido jamás un cómic de Batman. Un trabajo, excepto algunos detalles brillantes, realmente mediocre o del montón, pero que aunado a unos errores garrafales en las caracterizaciones de personajes, hace descender el global a una posición nada halagüeña...
En definitiva...en mala hora he releído este cómic. Porque desde que lo hice, lo que antes intuía e irritaba, se ha convertido en una verdad a gritos, aumentada por el mayor acercamiento y comprensión del personaje que he tomado en estos años pasados. Esto no es un cómic de Batman. Para mí al menos desde luego no. No reconozco a ese Batman falsamente estático y estirado (parece Scott Summers con capa, y Bruce no es eso más que superficialmente), no reconozco a ese Batman cercano, conversador y amigable, no reconozco a ese Jim Gordon desapasionado e incapaz, no reconozco a ese remedo idiota de Joker, ni reconozco al payaso horriblemente lúcido que habla y argumenta como si estuviera en el congreso.
No reconozco nada de valor, de lo que yo veo en este universo, en este personaje y en estas historias, que me haga pensar que estoy ante una historia ni tan siquiera medianamente aceptable del murciélago. Cuanto más, hablando de considerarla un puntal insalvable en su trayectoria...pues en la mía no, eso seguro.
Lo dicho, mal asunto el de la relectura. Ha hecho caer mi aprobado de cómic correcto y entretenido sin más, a un cómic con serias deficiencias, que en un valor numérico, me harían dudar mucho de darle un aprobado.
En fin...tengo millones de cómics de Batman que me gustan más.
Qué se le va a hacer.
A seguir releyendo esos pues.