En los 80 tenías una sensación de maravilla muy marcada en casi todas las cabeceras principales. Menuda época dorada. No hubo una que no viviera grandes momentos. ¡Ni una! Hasta series tradicionalmente mediocres tuvieron nivelón.
Peeeero, desde que empezaron los negocios del franquiciado, las series principales están demasiado encorsetadas, son demasiado conscientes de sí mismas y es muy complicado esperar algo realmente bueno. Como mucho, pasable.
En cambio, en las series que a nadie le importan un carajo, un buen guionista puede marcar la diferencia alejado de los focos. Para mi, hace como 25 ó 30 años que es así.