He leído
Coleccionable Ultimate Nº 87: Ultimate Spiderman Nº 35: Divididos caemos, unidos resistimos.
Retomo la lectura de esta colección tras
anterior comentario.
Me resulta raro ser yo el que diga esto, pero creo que Bendis es el único que sabe sacarle provecho a este evento que, en líneas generales, me ha parecido bastante descafeinado. Me ratifico en mi opinión de que es una saga dedicada a desarrollar a la versión definitiva del Capitán América, cuyo protagonismo es más que evidente, aunque el de Cleveland lo aprovecha para hilar uno de los momentos más dramáticos e impactantes de la etapa anterior de la serie. Partiendo de esa base, y siempre con la mirada puesta en la evolución y desarrollo de un protagonista que sigue la senda de cualquier versión del Trepamuros que hayamos conocido. Quizá cabe destacar que Miles es el que comienza a una edad más temprana, por lo que prácticamente asistimos a un final de la infancia, como muy bien apunta Julián en su estupendo prólogo, volviendo a estar muy presente uno de los rasgos más característicos de Spiderman, da igual la versión que sea.
Evolución y desarrollo de los personajes, elementos muy presentes en esta colección del Universo Ultimate desde sus inicios y que, a pesar de que haber traspasado ampliamente los 150 números siguen muy presentes. Aunque tenemos un grupo más reducido de secundarios, Bendis sigue explotando ese concepto con creaciones como Ganke, que representa la figura del confidente y amigo que no puede faltar al álter ego de Spiderman, sustituyendo de alguna forma las labores de Mary Jane con Peter. A su vez, tenemos a la familia, otro de los nexos de unión con el Peter Parker original y su versión definitiva. Pero el guionista tiende a dar en la diana sentimentalista del lector, cerrando el círculo con una escena que supone tanto la despedida final del antiguo Spiderman como el primer paso para afianzar a Miles como el nuevo Spiderman, recogiendo un legado que aporta una mayor número de posibilidades a sus ya de por sí extraordinarios poderes.
Siguiendo los pasos de la evolución y el siguiente paso en la maduración de Miles como persona y como superhéroe, Bendis establece una conexión con aquellos jóvenes americanos que se unen al ejército para luchar por la paz de su país. Con esta alegoría a la vida real, el escritor conecta con esas raíces clásicas del personaje, pero bajo una perspectiva mucho más actual. De ese modo, Miles Morales llega a las filas de los Ultimates, donde deberá ganarse la confianza del Capitán América, además de vérselas con Spiderwoman, la cual tiene una conversación pendiente con él.
Si hay uno de los aspectos que ha quedado meridianamente claro desde el principio es que Miles es un héroe novato, al que le queda mucho por aprender en esta arriesgada profesión que ha elegido. Prácticamente siguiendo los pasos de su predecesor, incluso en el aspecto mediático, este nuevo Spiderman comienza una colaboración forzosa con los Ultimates que se encuentran inmerso en una guerra contra HYDRA en medio de Nueva York. Como si de un estado de sitio se tratara, las calles de la Gran Manzana son el escenario de una terrible batalla en la que se verá inmerso Spiderman, demostrando que su corta edad no es impedimento para ser un héroe.
De todo lo que llevo leído de esta nueva fase del Universo Ultimate me quedo sin pensarlo con lo que hace Bendis en esta serie, que sigue manteniendo la frescura y el interés de la lectura, incluso con sagas tan anodinas como esta, que en otras cabeceras de la línea solo ha transmitido indiferencia y aburrimiento. No obstante, el guionista sigue insuflando vida a sus creaciones, aprovechándose del escenario para integrarse en él y no desviarse un ápice de su camino. Es curioso ver como el autor sabe perfectamente como debe llevarse un evento de estas características, presentando el concepto de universo compartido, pero sin ser necesario leer nada más que la serie de rigor. Sin embargo, en el Universo Marvel tradicional prácticamente parece otro autor y realiza este tipo de historias de una forma muy diferente.Una lástima, porque aunque no comulgue con muchas de sus ideas en los Vengadores o lo que ha hecho en la franquicia mutante o cósmica, sí veo aquí la clase de autor que es capaz de hacer buenos tebeos y con una perfecta combinación entre lo clásico y lo moderno, utilizando muy bien la evolución del medio.
La parte gráfica está a un buen nivel, siendo sustituida la habitual Sara Pichelli por dos autores como David Márquez y Pepe Larraz, cuyo trabajo encaja a la perfección con las ideas del guionista. Y lo más importante, utilizan muy bien el lenguaje visual que requiere un cómic de estas características, dando énfasis al dramatismo en su momento, así como a la acción cuando lo requiere la historia. Esto provoca que mi opinión sea más sólida si cabe, ya que posiblemente estemos ante el mejor título de esta fase llamada "Ultimate Comics", en la que, como decía al principio, solo Bendis consigue brillar con luz propia. Y todo ello gracias a un apuesta tan arriesgada como presentar una nueva versión del gran icono de la Casa de las Ideas: Spiderman. Quién lo iba a decir, ¿verdad?