La mejor, con mucha diferencia, es El Lobo solitario (y su spin-off, Asa el Ejecutor).
¿Se puede leer Asa sin haber leído el lobo solitario?
Sí, de hecho yo en su día la leí primero.
Es la vida de Asa antes de cruzarse en el camino del Lobo. Historias autoconclusivas, de la vida japonesa, los samuráis y el honor. Cada una tiene una lección. Una lectura de muchísimo valor, también histórico y de documentación. Es un cómic histórico, con tramas interesantes y bien planteadas. El dibujo es genial, y la narrativa no solo no ha pasado de moda (para mí es como decir que para leer Maus, con cuarenta años, mejor te lees Arrugas, que es más actual... en fin). Es uno de esos clásicos del manga que hay que leer en algún momento.
Siendo las demás grandes series del género, con momentos impresionantes, ninguna de las otras (y casi ningún otro manga en general, habría que irse a lo que significó Akira, a los de Tezuma, a Adolf, Taniguchi y demás) está a ese nivel de excelencia máxima, en el que una serie pasa a ser trascendente para el género, el medio, y la narrativa en general. Ha influido tanto en la carrera de algunos de los mejores creadores occidentales (Tarantino, Frank Miller, Vaughan) que hoy día simplemente no serían lo que son o no tendrían algunas de las obras que los hicieron triunfar sin ellas. La influencia en Miller es bestial, tanto en la creación de las tramas y caracterizaciones como en el estilo oriental que predominó en su primera fase de autor completo, en Daredevil o Ronin o Lobezno.
Creo que no es, ni una lectura para toda edad, ni para todo momento. Hay que merecérsela, como las grandes. Uno tiene que estar a la altura y cogerla en el momento adecuado, para no arruinarse uno de los mejores mangas que existen. No es un One Piece o un Dragon Ball, y la comparación sería ridícula; series así las puede leer un niño de 8 años (y de hecho lo hicimos). El Lobo y Asa no están al alcance de todo público en todas sus edades, y por calado, influencia, importancia histórica y lo que supone en la historia del manga, es una de las obras más importantes jamás creadas. Por encima no hay nada. Al mismo nivel, muy pocas.
Pero es que además, la historia es una pasada, emociona, aterra, levanta... como si se hubiera escrito ayer. Las obras verdaderamente grandes son atemporales, se hayan realizado hace 30, 40, o 50 años.
Y ahora en concreto contigo, Óscar; sí, si puedes dale a un par de números de Asa, que te van a encantar.