He leído "
El Testamento de Magneto", que recientemente editó en encuadernación holandesa Panini. Vaya por delante que me ha parecido un buen cómic, y que lo he disfrutado bastante aunque, como se ha comentado mucho ya en este hilo, no estamos realmente ante un cómic de superhéroes, ni tampoco en uno en el que la figura de Magneto aporte algo diferente a si este cómic se hubiese llamado: "el Testamento de Paco Pérez". Como ha dicho
Córdoba en su texto introductorio, probablemente sea un cómic que debería leerse en las escuelas. En muchos sentidos, no puedo estar más de acuerdo con ese juicio. Aunque claro, eso también tiene inconvenientes. De lo que este cómic va, sustancialmente, es de una explicación histórica bastante accesible de en qué consisitió el Holocausto. En este caso la vemos a través de las vivencias de Max Eisenhardt y su familia, unos judíos en pleno Nuremberg. Precisamente por su vocación esencialmente pedagógica, la historia transcurre sin sobresaltos ni salidas de guion, más allá de algún detalle sutil para insiders mutantosos, aunque reconozco que a mí se me pasaron todos
Puesto que lo que se pretende es que el lector se documente de los hechos históricos más relevantes, Magneto y su familia aparecen convenientemente situados en los lugares donde se escenificaron esos hechos, como la quema de la Sinagoga en Nuremberg, que además padeció con especial intensidad los efectos de la noches de los cristales rotos.
De ahí nos vamos a Polonia, y de allí a Auschwitz, todo ello con un tono no demasiado diferente al que encontraríamos en un documental o en una novela histórica. La elección de ese campo de concentración en particular no deja de ser algo demasiado predecible, aunque en este caso se trataba de un recurso necesario si queríamos respetar la continuidad establecida por Claremont de que Magneto estuvo en Auschwitz.
Sea como sea, la historia no me aporta nada que no supiera, por lo que en cuanto a sus virtudes documentales tampoco es que le haya sacado mucho partido.
En cuanto a lo que añade Magneto a la historia, pues como dije antes no me había dado cuenta de algunos guiños a una posible manifestación de sus poderes, que han sido tres:
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Me ha gustado bastante
Di Giandomenico. Es un dibujante que en las pocas veces que le he visto dibujando no me ha convencido nada, sin embargo aquí parece dar con la tecla o quizá es que el estilo del cómic le va bien, haciendo esas caras alargadas, tristes y con cierto aire nostálgico que tanto le caracterizan. Aunque claro, nada comparable a esas maravillosas portadas de
Marko Djurdjevic Es un cómic que para mí cumple dos funciones, aparte de la de documentación sobre el Holocausto. En primer lugar, siempre que lees una historia de estas, aunque la hayas leído cien veces y sea tremendamente recurrente, te paras a pensar aunque sea unos minutos sobre la condición humana, y solo por eso merece la pena. En segundo lugar, me ayuda a utilizar la imaginación para entender mejor a un personaje tan complejo como Magneto. De alguna manera, me ayuda a disculpar en alguna medida todas sus perrerías, y compatibilizar esa faceta mala con esos impulsos pasajeros que tiene de volver a la senda del bien.
Por cierto, me da pena que Dina Babbit finalmente muriese sin poder recuperar sus cuadros, esos que pintó por orden del "Ángel de la Muerte" mientras estuvo en Auschwitz, de manos del Museo de Varsovia, pese a los intentos de cientos de artistas de apoyar su causa, incluído Stan Lee, encargado de presentar el texto editorial de apoyo a Babbit en la historia anexa que acompaña a la historia principal. Lo siento, no quiero ser frívolo, pero no he podido evitar acordarme de la larga lucha de los dibujantes por recuperar sus originales en manos de Marvel. Un poco irónico esto, aunque efectivamente no sea comparable.
Por otra parte, veo un defecto en la presente edición de este cómic. Al final del Testamento de Magneto, vemos un artículo de Greg Pak en el que dice, entre otras cosas, que acompaña un anexo con referencias históricas que acreditan de dónde sacó los datos que utiliza en su historia. Sin embargo, ese anexo no aparece en esta edición, lo que choca bastante. He leído aquí mismo que en la edición americana sí se añadía este anexo junto a otros extras.
En fin, no quiero enrrollarme más. Es un cómic sinceramente muy bien hecho, que viene bien para cambiar si no lees más que cómic pijamero, pero que en cuanto a historia es bastante manualístico.