He leído JLA: Pesadilla de verano.
La verdad es que no hay que confundir el título con la obra de Shakespeare, ni con nada relacionado con la literatura, más bien con un punto de inflexión dentro de la trayectoria de la JLA, convirtiéndose en la historia que supuso el regreso del grupo antes de la llegada de Morrison a su nueva serie regular. La historia en sí me ha parecido aburrida y un poco sosa, a pesar de que se deja entrever una lectura oculta, en la que Mark Waid y Fabian Nicieza hacen una crítica a la industria del cómic, la cual se llevó a la oscuridad a los grandes iconos en lo que a buen seguro muchos consideraran una auténtica pesadilla. De ese modo, la historia sirve para contar una especie de origen en plenos noventa, en el que los principales superhéroes de la editorial despiertan de una manipulación mental de carácter global, en la que todos los habitantes del planeta están experimentando lo que se denomina la chispa genética, por la que obtienen poderes metahumanos. Nadie recuerda a los grandes héroes. Todos viven en una realidad diferente a la que conocemos de manera inducida. Poco a poco, Superman, Batman y compañía irán recobrando la memoria y unirán sus fuerzas para encontrar y luchar con el responsable de esta situación.
Bajo mi punto de vista, lo realmente interesante es el concepto que se plantea. Es decir, estamos ante una especie de homenaje al clasicismo del cómic y a su forma de ver el género en décadas anteriores, en lo que pretende ser una crítica a lo que se hacía en los noventa, malinterpretando o exagerando los aspectos que hicieron grandes a obras como El regreso del Caballero Oscuro o Watchmen. No obstante, la forma de desarrollar la idea es, siendo amable, algo torpe y se alarga en exceso la trama para lo que realmente se cuenta en ella. Tampoco se profundiza demasiado en lo que puede ofrecer un mundo en el que un alto porcentaje de la población tiene poderes. Si bien es cierto que se muestra cierto caos y se crean grupos que luchan entre sí, todo es demasiado superficial y mínimamente detallado para presentar el escenario donde tendrá el regreso la JLA, que es lo verdaderamente importante. Pero aún así, el aspecto superheroico está muy poco conseguido. es curioso, porque Morrison escribe un prólogo en el que explica un poco el panorama y nos pone en situación, pero aunque coincido con él en muchos aspectos, creo que se exagera que esto sea un cómic inspirador para su etapa. Yo creo que esta miniserie sirvió para testear el interés del público en la JLA antes de comenzar una nueva serie y poco más. Tuco éxito y eso dio luz verde a la etapa de Morrison.
Quizá lo que habría que plantearse es por qué tuvo éxito. Sinceramente no sabría decir cual es el motivo. A mí la lectura me ha parecido un poco tediosa en muchos momentos. Más de 100 páginas para contar esto me parecen demasiadas. El dibujo de Jeff Johnson y Darick Robertson tampoco ayuda, ya que adolece de los mismos excesos que los dibujantes de la época. Quizá anatómicamente sean más respetuosos, pero se les ve un poco verdes y tienen un serio problema con los rostros de los personajes que dibujan. No hay gráficamente nada especialmente destacable. Argumentalmente si no fuera por el trasfondo histórico y esa doble lectura a la que hago mención, sería otro tebeo más digno de los noventa. Aún así, creo que es bastante mediocre y ni siquiera es capaz de explotar la iconicidad de sus protagonistas; y ya no hablemos de conseguir que la historia presente una lectura amena y divertida. Un tebeo para olvidar.