He leído
Batman: Detective Núm. 27.
Estamos ante una historia ubicada en la línea de DC Otros Mundos, en la que Michael Uslan urde un guión que bebe directamente de la historia, las referencias literarias y la presencia de muchos personajes históricos en un marcado ambiente noir, que recuerda a los años veinte, gracias al magnífico dibujo de Peter Snejbjerg, que sabe captar muy bien el tomo necesario para una historia de este calibre. Por otro lado, la versión alternativa de los personajes y su entorno permite sacar a relucir enfoques muy interesantes, como el psicoanálisis de Freud a Bruce, y la promesa de hacerle uno con mayor profundidad, o la conexión con algunos elementos propios del film de Tim Burton, como la famosa frase: "¿Has bailado con el demonio a la luz de la luna?". A todo esto, hay que sumarle multitud de guiños la lector veterano, principalmente sobre el entorno del personaje, los cuales se van dejando de una forma muy sutil.
La historia a mí me ha gustado mucho, se hila muy bien el concepto de sociedad secreta de detectives con el famoso club del que formaran parte escritores sumamente conocidos los cuales tienen su pequeña referencia en diversos momentos. Poe y Lovecraft no pueden faltar, al igual que algunos presidentes de Estados Unidos como Abraham Lincoln, cuyo asesinato es el detonante de una vieja rencilla entre el norte y el sur, que se aprovecha para iniciar la trama en el que dos sociedades secretas luchan en una encarnizada pelea de inteligencia durante décadas. El proyecto Juicio Final, que pretende acabar con la vida de los norteños mediante una toxina letal, es una conspiración que un entrenado Bruce Wayne deberá desarticular una vez convertido en el Detective número 27, perteneciente a una sociedad secreta que fundara el propio Allan Pinkerton.
Un aspecto especialmente reseñable es como los autores intentan explotar la faceta más detectivesca del personaje al más puro estilo de Arthur Conan Doyle, de manera que los disfraces y los álter egos son cuestiones puramente anecdóticas. Además, esto entronca con la aparición de célebres detectives reales, en esa constante referencia histórica de la que se nutre esta historia. Al final, incluso, incluye una guía histórica, por llamarla de alguna forma, para que podamos comprobar todos aquellas apariciones o menciones que quizá se nos hayan podido pasar o desconozcamos totalmente.
En definitiva, una lectura muy amena y divertida, con una historia muy bien construida, al igual que los personajes que aparecen en ellas, donde hay una constante referencia al mundo real y al ficticio en una combinación que adquiere un tono pulp y añejo, en una claro homenaje a los orígenes de este tipo de historias y ambientaciones. Como suele ser habitual en los títulos de esta línea, una lectura recomendable.