He leído
Batman: Especial Detective Comics 27: 75 años de Batman.
Batman es un icono de la cultura popular y hace relativamente poco celebraba su 75 cumpleaños, motivo que aprovechaba DC para sacar un tebeo tan interesante como especial. ECC se hace eco del evento y añade un par de artículos bastante interesantes a una edición muy cuidada que hará las delicias de los amantes del personaje. Además, creo que es un producto perfecto para iniciarse en él, sobre todo por los contenidos. Quizá la gran pega es el precio, 12,95€, que a pesar de la tapa dura, me parece excesivo para un producto que tampoco incluye demasiadas historias. Posiblemente con un precio más competitivo (7 u 8€) más gente se interesaría por él. Ya sé que es Batman y que vende bastante, pero me da la impresión de que estamos ante el ejemplo perfecto de cómo explotar a la gallina de los huevos de oro.
El tomo comienza con el Detective Comics Nº 27, el primer cómic en el que aparece Batman y que una vez releído, me sigue pareciendo un gran tebeo. También hay que reconocer que esa mezcla entre pulp, noir y novela de misterio a lo Agatha Christie siempre me ha gustado mucho. No obstante, eso no es razón para negar que Bob Kane y Bill Finger hicieron un buen trabajo y seguramente no eran conscientes de la repercusión que tendría su creación. Curiosamente, más allá del valor histórico, me parece una lectura sumamente entretenida en la que vemos perfectamente sentadas las bases del icono que iría evolucionando con el paso de las décadas.
A continuación, se incluye una versión modernizada del mismo relato, obra de Brad Meltzer y Bryan Hitch. Aunque hay ligeras diferencias para adecuarlo a los tiempos actuales, los autores permanecen fieles a la filosofía del relato original y me ha gustado mucho el resultado.
Después tenemos a Greg Hurwitz y Neal Adams en un pequeño ejercicio que rompe la cuarta pared y realiza, a la vez, un homenaje a la evolución física del personaje. Cabe destacar como el dibujante respeta el estilo de los años cuarenta en algunos momentos del relato y como va cambiando de registro según los acontecimientos. Debo admitir que tengo una especial predilección por Neal Adams y, posiblemente, no sea del todo imparcial al decir que realiza un buen trabajo. Está muy lejos de su gran momento, pero veo retazos de su genialidad en esta historia.
Posteriormente, podremos observar de la mano de Peter Tomasi e Ian Bertram como sería el 75 cumpleaños de Bruce si los personajes envejeciesen. Me ha recordado al Batman Beyond de la serie de animación, aunque aquí está presente toda la batfamilia. Tomasi sigue apostando por el desarrollo de los personajes, aunque solo sea una historia corta. Una lástima que su labor no tenga el reconocimiento que merece.
Francisco Francavilla, como autor completo, nos presenta un relato donde deja constancia de que un dibujante como mejor narra una historia es con ilustraciones. Para mí, la más floja de toda esta antología.
Mike W. Barr, acompañado de Guiller March, regresa a Batman para dejarnos una reflexión muy interesante: que sería de Gotham si Bruce no se hubiese convertido en Batman. Además, acentúa uno de los aspectos importantes del personaje: el sacrificio.
Finalmente, Scott Snyder y Sean Murphy exploran el Batman inmortal, cuya misión es heredada durante generaciones, incidiendo en la responsabilidad adquirida por Bruce para evitar que nadie sufra lo que él padeció. Parece que Snyder es incapaz de hacer historias sencillas con Batman y siempre busca dar un nuevo giro al concepto. No está mal, pero a veces cansa un poco.
En definitiva, una lectura interesante y entretenida, en la que diferentes autores se reunen para celebrar el aniversario de uno de los mejores personajes del cómic y todo un icono de la cultura pop.
¡Felicidades y que cumplas muchos más!